Por Luisa García Pelatti
Los bancos tienen más de 7,000 viviendas reposeídas por un valor superior a los $560 millones. Si se añaden otras propiedades como tierras y propiedades comerciales, los bancos acumulan 8,421 propiedades con un valor de $909 millones. Además, hay más de 15,000 propiedades en proceso de ejecución, según datos de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF).
La tasa de morosidad de los préstamos hipotecarios se ha estado reduciendo y en marzo cayó hasta 13.87%. En el 2003, a tasa de morosidad estaba en 3%.
A pesar de los números y de que cada vivienda reposeída es un drama humano, Rafael Blanco, Comisionado de Instituciones Financieras, destaca que la buena notica es que más de 85% de las personas se mantienen al día en el pago de sus viviendas. “Puerto Rico tiene uno de los índices más altos de propiedad y sería una pena que perdiéramos ese clasificación. Queremos que las personas protejan su hogar”, dijo Blanco durante su participación en un foro durante la convención anual de la Asociación de Banqueros hipotecarios.
Anualmente se ejecutan 400 viviendas. La solución, dice Blanco, está en los programas de mitigación de los bancos, un trabajo que el Comisionado calificó de “encomiable”.
Blanco explica que en el pasado, los bancos obtenían ganancias cuando reposeían viviendas, pero en la actualidad pierden mucho dinero. Se estima que los bancos pierden entre 15% y 20% con las ejecuciones.
En algunos casos, las familias, al no poder hacer frente a las deudas, abandonan sus viviendas. En su mayoría, son casos en los que la deuda es mayor de lo que vale la vivienda, lo que se conoce como “underwater”.
Agustín Rojo Montilla, presidente de la Asociación de Banqueros Hipotecarios, explica que las instituciones tienen que cumplir con una reglas y no puede decidir quién puede entrar a un programa de mitigación.
Ni Rojo ni Silvio López, primer oficial ejecutivo de Popular Mortgage, creen que el empeoramiento de la situación económica provoque un alza en la tasa de morosidad. Explican que los préstamos hipotecarios generados a partir de 2010 se están comportando bien.