Por Luisa García Pelatti

Los bancos comerciales han mejorado su rentabilidad en los últimos dos años, pero se verán obligados a hacer modificaciones para hacer frente a la contracción de la economía y los cambios demográficos, advierte la firma de consultoría Estudios Técnicos, Inc. en “ETI Trends”, una de sus publicaciones.

Se ha producido un cambio en la demanda de préstamos. La disminución de los préstamos comerciales e industriales refleja la contracción económica que ha experimentado la economía desde 2006, explica Estudios Técnicos. Por otro lado, los préstamos hipotecarios y personales (sobre todo créditos para la compra automóviles) representan cada vez una proporción mayor de la cartera de los bancos, algo que no será sostenible, dada la disminución prevista de la población y su envejecimiento, que a su vez afecta el consumo privado y la construcción residencial, los principales componentes de las carteras de los bancos.

Los préstamos comerciales, industriales y agrícolas representaban el 26.2% del total de los préstamos de los bancos en 2006, unos $15,800 millones. En el segundo trimestre de 2019 ese porcentaje bajó a 11.4%, a $3,900 millones.

Mientras, los préstamos hipotecarios han pasado de ser el 26.6% del total de préstamos en el 2006 a 39.2% en el 2019. La cuota de los préstamos personales ha crecido de 12.0% en el 2006 a 16.3% en el 2019.

Estos cambios representan un desafío al actual proceso de reconstrucción y para la recuperación de la economía en el largo plazo. Y si eso no fuera suficiente, los bancos enfrentan la creciente competencia de las cooperativas de ahorro y crédito que, al ser entidades sin fines de lucro, tienen una marcada ventaja competitiva.

Los activos de las cooperativas crecieron 42.2% desde 2006. En 2006, los activos de las cooperativas representaban 3.0% de los activos de las instituciones financieras. En el segundo trimestre de 2019 aumentó a 6.1%.