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Por Luisa García Pelatti

Será difícil que los acreedores acepten la propuesta presentada por el Gobierno de Puerto Rico para reestructurar $49,000 millones de su deuda, opina Moody’s Investors Service en una nota publicada el viernes.

Entre las dificultades menciona la complejidad de la deuda y el poco espacio de tiempo que hay para negociar, sólo tres meses. Además, destaca que la reducción de la deuda que proponen, unos $23,000 millones, supera lo que perdieron los bonistas con la quiebra de Detroit ($1,600 millones).

Sin embargo, Moody’s reconoce que la propuesta para reducir en $23,000 millones la deuda es consistente con sus estimados de capacidad de pago del Gobierno en el largo plazo y que el Capítulo 9 o una junta federal de control fiscal aumentará las perspectivas de recuperación de la deuda.

Si los acreedores no llegan a un acuerdo para antes del pago de deuda que se vence el 1 de mayo, el Gobierno ha amenazado con una moratoria de la deuda. En mayo, el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) tiene que pagar $422 millones y en julio vencen $1,300 millones.

Moody’s señala que los tenedores de Obligaciones Generales son los más reacios a llegar a un acuerdo para intercambiar los bonos en ausencia del Capítulo 9 de la Ley de Quiebras o de algún proceso de reestructuración con apoyo federal. En cambio si se permite el Capítulo 9 o se impone una junta federal de control fiscal se facilitaría el proceso de reestructuración y evitaría que grupos de inversionistas minoritarios se queden fuera de la negociación para obtener términos más favorables.