Daniel Rodriguez Collazo

Por redacción de Sin Comillas

Las cooperativas sufrirán un impacto reducido como resultado de la degradación de bonos por parte de Standard & Poor’s (S&P), comentó Daniel Rodríguez Collazo, presidente Ejecutivo de la Corporación Pública para la Supervisión y Seguro de Cooperativas de Puerto Rico (COSSEC). El sector cuenta con $1,300 millones en bonos de Puerto Rico.

Según la Corporación Pública, para el 2014, las notas que vencen este año fiscal representan alrededor de $77.5 millones. Ya COSSEC se encuentra trabajando con el Banco Gubernamental de Fomento (BGF) para garantizar su fuente de repago.  

“Según nuestra evaluación, en el caso de las cooperativas, éstas cuentan con exceso de liquidez, por lo que nos sentimos confiados de que esta degradación no afectará a este sector económico de forma directa. La perdida en este momento en el tiempo representa para las cooperativas una pérdida ‘no realizada’ o ‘para efectos contables’”, aseguró.

“La realidad es que la solidez en el movimiento cooperativo nunca ha sido más evidente que en tiempos recientes. Tanto así, que recientemente el pueblo puertorriqueño le solicitó a las cooperativas del país realizar una aportación y contribución histórica a su desarrollo económico; financiar una gran parte de la deuda del gobierno mediante la compra de bonos locales, cifra que representó más de $1.3 billones” y aseguró que esta acción desinteresada de las cooperativas puertorriqueñas NO se realizó sin tomar las precauciones y garantías adecuadas para que pudieran resultar en pérdidas.

El presidente de COSSEC afirmó que en la medida que nuestras cooperativas conserven sus bonos, recibirán completa paridad al momento de su vencimiento. La razón de esto es que todo bono, aun aquellos que han sufrido alguna degradación, regresa a su valor par de 100% (su valor original) cuando culmina su término vida. Más aun, en el caso de las cooperativas del país, estas en su mayoría invirtieron en bonos de Obligación General, así como los bonos COFINA, los cuales son garantizados por la constitución de Puerto Rico y por la recolecta del IVU respectivamente, y que actualmente cuenta con una fuente de repago confiable.

“Como único pudiera registrarse una pérdida real es si alguna institución financiera decide vender hoy su cartera de bonos de Puerto Rico; ya que hoy lo que tendría que venderla a un valor por debajo de su valor original. Esto convertiría una pérdida ‘no realizada’ en una pérdida real. Solo en esta circunstancia existiría una repercusión negativa en sus finanzas. Sin embargo, todos sabemos que la única razón que una institución financiera pudiera tomar la decisión de vender sus bonos es si no contara con la liquidez necesaria para sus operaciones. Como he anunciado los pasados meses, las cooperativas hoy cuentan con un exceso de liquidez hasta el punto que estamos trabajando para que puedan canalizar este exceso en otras instrumentalidades de inversión, por lo que no prevemos que esto sea un escenario que tengamos que atender”, aseguró Rodríguez Collazo.