Por Luisa García Pelatti

Entre agosto y septiembre, el empleo experimentó un aumento de 3,100, hasta 819,100. Es el quinto aumento consecutivo y la cifra más alta desde marzo. Los datos muestran que el empleo se está recuperando muy lentamente de la fuerte caída sufrida en abril, pero todavía no ha alcanzado los niveles pre-COVID. El empleo está 7.5% por debajo de la cifra de septiembre del año pasado.

La tasa de desempleo (no ajustada estacionalmente) aumentó a 8.4%. En abril, la pandemia había destruido de golpe 117,100 empleos, por lo que ya se ha recuperado poco menos de la mitad del empleo destruido.

Es preocupante la desaceleración en el crecimiento del empleo, porque cuanto más tiempo estén las personas sin trabajar más difícil se les hará encontrar un empleo. Las personas que llevan desempleadas durante un mínimo de 15 semanas, se elevó a 24,000 en agosto, 8,000 más que en el mes de julio.

En el mes de septiembre, el número de personas empleadas en el sector privado aumentó a 614,600 (datos ajustados estacionalmente), 3,200 personas más que en el mes de agosto, según datos del Bureau of Labor Statistics. Es la cifra más alta desde el mes de marzo, cuando comenzó la crisis del COVID-19.

El número de empleados en el sector privado está 10.1% por debajo de donde estaba en el mismo mes del año pasado, son 68,700 empleos menos. Entre marzo y abril se habían perdido 116,700 empleos en el sector privado.

El empleo en el Gobierno experimentó un alza de 0.9%, hasta 204,500 personas. Es el quinto aumento en lo que va del año. El empleo público lleva en contracción desde 2012.