Por Luisa García Pelatti

Las Zonas de Oportunidad podrían ser el paso en la dirección correcta que le darían al Plan Fiscal certificado por la Junta de Control Fiscal lo que le falta: la inversión de capital que Puerto Rico necesita, señala Heidie Calero en el último número de su publicación “Pulse Puerto Rico”.

El Plan Fiscal requiere la renegociación de la deuda pública y alcanzar un crecimiento económico sostenido. Calero explica que para alcanzar estos objetivos es necesario ampliar la base contributiva lo que requiere desarrollo y crecimiento económico.

“Puerto Rico está manteniendo un delicado equilibrio entre reformas, reactivación de la actividad económica y reestructuración de la deuda. El riesgo es que una de estas áreas tenga prioridad sobre las otras, que es exactamente lo que hace el Plan Fiscal”, advierte la economista.

Las reformas pueden tener efectos no deseados. Una reducción del gobierno a ciegas puede intensificar la emigración, lo que provocaría una reducción de la demanda agregada y de la base contributiva. A menos que el aumento de la inversión de capital compense la caída de la demanda, nunca se va a lograr un crecimiento sostenido a largo plazo.

“En este sentido, la iniciativa Zonas de Oportunidad es un paso definitivo en la dirección correcta que podría solventar una de las carencias del plan. Habría que ver si, dado el pésimo récord de ejecución de Puerto Rico, las Zonas de Oportunidad pueden canalizar el capital de inversión que Puerto Rico necesita urgentemente”, señala Calero, que preside la firma H. Calero Consulting Group.

El mes pasado, el gobernador Ricardo Rosselló Nevares envió a la Asamblea Legislativa un proyecto de ley para crear incentivos que promuevan la inversión en Zonas de Oportunidad. El Gobierno estimó, en ese momento, que mediante las zonas de oportunidad, tenían el potencial de inyectar en la economía sobre $600 millones en nuevas inversiones. En Puerto Rico todas las comunidades de bajos ingresos fueron designadas automáticamente como Zonas de Oportunidad Cualificadas bajo la regulación federal.

Según Calero, hay unos $6 trillones en ganancias de capital no realizadas en los mercados de capital Estados Unidos que podrían financiar inversiones exentas de impuestos. Si tiene éxito, la iniciativa podría potencialmente canalizar inversiones muy necesarias para la Isla”.