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Por Luisa García Pelatti

En su primera comparecencia tras las elecciones, el gobernador electo, Ricardo Rosselló, esbozó su plan de gobierno e insistió en un eslogan: “Puerto Rico está abierto para hacer negocios”.

Rosselló quiere que los inversionistas sientan confianza e inviertan y por eso el primer punto de su plan para los primeros 155 días es restablecer la credibilidad. “Como gobernador quiero ser un promotor principal de este principio”, dijo.

“El problema principal no es la deuda sino la credibilidad y la liquidez”. En los primeros meses tras la toma de mando el Gobierno se quedará sin capital. “La responsabilidad número uno es restablecer la credibilidad”, anunció ante una numerosa audiencia en un almuerzo organizado por la Cámara de Comercio. Habló de eliminar los obstáculos para que la economía crezca y se creen empleos.

El plan del nuevo gobierno propone disminuir las tasas contributivas y al mismo tiempo cortar en 10% el presupuesto. Agilizar los permisos y reducir la burocracia. Dice que quiere un gobierno eficiente y transparente.

Propone utilizar alianzas público-privadas “participativas”, una modalidad en la que, explica, pueden participar inversionistas locales; y flexibilizar “algunas” leyes laborales para ser más competitivos.

Donde Rosselló fue más específico fue en el apoyo a la creación de una organización de mercadeo del destino (DMO, por sus siglas en inglés), una propuesta que han defendido desde el sector de turismo desde hace años y que aísla las decisiones de los cambios de administración. Señala que con la creación del DMO se puedes generar 22,000 empleos en un periodo de cinco años.

Buscará que se haga una auditoría de los gastos del gobierno después del 4 de mayo de 2016 y todo el gasto que sea ilegal o irresponsable se va a revertir, advirtió.

El 9 de enero, el primer día de sesión legislativa quiere empezar a aprobar medidas, asegura. Y tiene en agenda dos actividades: una conferencia de crédito, “para demostrar que estamos dispuestos a tener los libros abiertos, que queremos cumplir con nuestra obligaciones”; y una conferencia de APP participativas. “Hay 340 servicios que otorga el gobierno y tenemos que hacernos la pregunta de cuáles de esos deben permanecer en el gobierno y cuáles se pueden delegar al sector privado, a organizaciones sin fines de lucro o a la academia”.

“Yo se que hay muchos pesimismo. Es mi responsabilidad, y la de nuestro equipo de trabajo, cambiar esa percepción. Les garantizo que no voy a descansar, que voy a trabajar desde el primer día para que esa percepción de Puerto Rico cambie. Es momento de demostrarle al mundo entero que Puerto Rico está abierto para hacer negocios”.

Rosselló viajó el martes a Nueva York para para reunirse con los tenedores de la deuda del Gobierno. Posteriormente, irá a Washington y regresará a Puerto Rico el viernes para estar presente en la tercera reunión de la Junta de Control Fiscal y la primera que se celebrará en la Isla. Según Rosselló, se reunirá de forma informal con la Junta.

Su agenda en Washington se centra en conocer qué elementos de desarrollo económico pueden otorgar el Congreso de Estados Unidos y asegurarse de que reconozcan que hay una emergencia fiscal. “La Junta tiene que darse cuenta de que si no nos trata igual, como estado,  y si no tiene instrumento un instrumento de desarrollo económica, va a fracasar”.