Agencias

La promesa de estabilizar los mercados formulada por las principales economías del mundo no logró calmar el viernes los ánimos de los inversionistas, aunque las principales bolsas se tomaron un respiro para cerrar una semana desastrosa.

Los ministros de Hacienda del G20 reunidos en Washington prometieron el jueves “adoptar todas las medidas necesarias para mantener la estabilidad de los sistemas bancarios y mercados financieros”, y asegurar que los bancos tienen el dinero necesario para financiar sus gastos diarios. 

En Wall Street, el Dow Jones subió el viernes 37.65 puntos, el 0.4%, a 10,771.48. El Dow perdió 6.4% en la semana, su mayor caída desde el 10 de octubre del 2008. En la semana concluida en aquella fecha, se desplomó 18%, en el peor momento de la crisis financiera.

El Standard & Poor’s 500 subió 6.87 unidades, el 0.6%, a 1,136.43. En la semana, el indicador decreció 6.5%, su peor declinación desde la primera semana de agosto. El Nasdaq se incrementó 27.56, el 1.1%, a 2,483.23.

El índice Hang Seng de Hong Kong cayó el 1.4% a 17,668.83 tras perder casi un 5% la víspera. En Australia el S&P/ASX 200 bajó el 1.6% a 3,903.20.

En Seúl, el Kospi cayó un 5.7% a 1,697.44 y el índice compuesto de Shanghai perdió el 0.4% a 2,433.16. La Bolsa de Torio cerró por ser feriado nacional.

En la Bolsa Mercantil de Nueva York, el petróleo de referencia perdió 66 centavos, para cerrar en $79.85, un día después de hundirse más de 6%.

Las bolsas cotizan recesión, pero eso no significa que se vaya a producir. Aunque ha habido algunos mensajes catastrofistas, los expertos descartan que se vaya a producir una recesión global. Eso sí, advierten de que la salida de la crisis será lenta y que no hay que descartar que la zona euro  y EEUU sufran caídas del PIB puntuales.