Por Luisa García Pelatti
La morosidad en los préstamos concedidos por los bancos sigue cayendo y en el segundo trimestre de este año se situó en 7.19%, el nivel más bajo desde el 2008, según los datos del Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC).
En el 2006, antes de la crisis, la morosidad apenas alcanzaba el 2%. Después, entre los años 2009 y 2012 la tasa de morosidad estuvo por encima del 10% y llegó a superar el 13%. Desde entonces ha ido cayendo, pero lo ha hecho a un ritmo muy lento.
El valor total de créditos dudosos disminuyó en el segundo trimestre hasta $1,559.5 millones, $137.9 millones menos que en el trimestre previo y $507.4 millones menos que hace un año. El valor de los préstamos atrasados llegó a alcanzar los $7,700 millones a finales del 2010.
Las tasas de morosidad más alta siguen estando en las carteras de préstamos de construcción y desarrollo, donde 12.68% préstamos están atrasados. La morosidad en estas carteras alcanzaba el 51.21% en el 2015.
Los préstamos de los desarrolladores con atrasos disminuyeron de $27.5 millones en el segundo trimestre de 2016 a $21.1 millones en el segundo trimestre de este año. En el 2009 esta cifra ascendía a $2,834 millones.
La morosidad en hipotecas sigue cayendo y por primera vez desde el 2008 está por debajo del 10%, en 9.72%. Hace un año estaba en 10.84%.
La morosidad en las tarjetas de crédito es una de las más bajas, 1.66%.
Por institución financiera, la tasa de morosidad más alta es la de Scotiabank, 20.87%. En hipotecas, la morosidad de esa institución es de 21.53% y en préstamos de construcción y desarrollo, 50.84%.
Santander y Oriental tiene la morosidad más baja, 5.41% y 5.46%, respectivamente