Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal.

La Reserva Federal anunció un plan para canjear $400,000 millones de bonos a corto plazo por otros a más largo plazo para, entre motivos, facilitar el pago de la deuda pública con unos intereses más bajos y que los inversores prefieran invertir su dinero en empresas y otros activos más rentables.

La Reserva Federal cambiará su cartera de bonos de $2.85 billones para inclinarla hacia los valores de largo plazo. Para lograrlo, venderá notas de vencimiento a tres años y usará esos ingresos para comprar bonos de seis a 30 años.

La maniobra monetaria -que ya se probó a comienzos de la década de 1960 y se conoció con el nombre de “twist”  por una danza popular de entonces- permite que los inversores y los mercados tengan claro que se mantendrán bajos los tipos de interés a largo plazo.

Además, la Reserva Federal invertirá lo que recaude por el vencimiento de los valores hipotecarios y de agencias en el mismo mercado hipotecario, un reconocimiento de que se mantiene la fragilidad del sector.

El Comité de Mercado Abierto, que dirige la política monetaria del banco central de Estados Unidos, ha anunciado además que mantendrá los tipos de interés para la banca entre cero y 0.25% “por lo menos hasta mediados de 2013”.