La economía de Estados Unidos creció un 1.8% en el primer trimestre, lo que supone un crecimiento más lento en la recuperación del país, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) creció un 3.1% interanual en el cuarto trimestre del pasado año.

Según los cálculos del Gobierno, el PIB de Estados Unidos creció un 2.9% interanual en el 2010, el mayor incremento en cinco años. Aunque prevé que será aún mayor este año, se muestra más moderado que a principios de año: ha rebajado sus previsiones de entre 3.4% y 3,.9% a un más prudente 3.1% o 3.3%. El motivo es que el consumo no será tan robusto como parecía hace unos meses. El gasto de los consumidores, que en Estados Unidos equivale a casi el 70% del PIB, creció a un ritmo anual del 2.7% entre enero y marzo, comparado con un entusiasta 4% entre noviembre y diciembre.

El dato del primer trimestre ha decepcionado a los analistas, cuyo consenso rondaba el 2% de crecimiento. Según el Gobierno, la ralentización se debió a un aumento del déficit comercial, el mayor recorte del gasto del gobierno federal desde 1983 y los precios más altos de las materias primas, impulsados por un petróleo a más de 100 dólares, que redujeron el dinero disponible para el gasto de los consumidores.

Para mantener el ritmo de la reactivación económica, la Reserva Federal aseguró a los mercados que completará hasta junio su compra de unos $600,000 millones en bonos del Tesoro, y mantendrá por debajo del 0.25% la tasa de interés, un mínimo que se remonta a diciembre de 2008.