Mercator

Por Luisa García Pelatti

“Puerto Rico podrá salir de la crisis actual a través de una combinación de subsidios federales y del ajuste de la deuda”. Es la conclusión de un estudio realizado por Mercatus Center, un centro de investigación de la universidad George Mason. El estudio, que estuvo a cargo de Marc Joffe y Jesse Martínez, defiende que se imponga una junta de control fiscal federal, la reestructuración de la deuda, se privaticen algunas corporaciones públicas (AEE, AAA y Carreteras) y se lleve a cabo una reforma constitucional.

Recomiendan que se imponga una junta de control fiscal “firme que tenga el poder de ajustar y controlar todas las obligaciones” incluyendo el servicio de la deuda, las obligaciones de pensiones de retiro y otras obligaciones relacionadas con el servicio de la deuda. La junta de control debe también tener acceso al sistema de fondos federales que se utilicen para reducir los sacrificios que se le han impuesto a los acreedores de Puerto Rico.

Sugieren que se privaticen la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), la Autoridad de Carreteras y otras corporaciones públicas y que se le ofrezca a los bonistas participaciones en estas empresas privatizadas a cambio de la deuda.

El estudio considera que el Congreso de Estados Unidos es responsable por eliminar las 936, excluir a Puerto Rico del Capítulo 9 del Código de Rentas Internas, mantener la ley de cabotaje y fomentar el endeudamiento otorgando triple exención a los bonos municipales.

Habla de un gobierno con poca transparencia fiscal, bajos niveles de solvencia en los sistemas de pensiones públicas y un exceso de empleo en el gobierno. Se necesita, dicen, que se imponga una junta de control fiscal federal, ajustar sus deudas, llevar a cabo una reforma constitucional y privatizar algunas corporaciones públicas.

Pero salir de esta crisis no garantiza caer en otras si no se hacen “cambios institucionales radicales”, advierten los autores. “La privatización de las corporaciones públicas, el establecimiento de una junta de control fiscal para estabilizar las finanzas del Gobierno y la implementación de medidas constitucionales firmes para perpetuar el balance fiscal son los pasos que ayudarán a Puerto Rico en la transición a un modelo fiscal del que se han beneficiado por más de un siglo los estados de los Estados Unidos”.

“La deuda excesiva que enfrenta el sector público de Puerto Rico es el resultado involuntario de una serie de decisiones de política pública hechas a partir del 1898 cuando los Estados Unidos tomó posesión de la isla. En lugar de encaminar a Puerto Rico hacia la estadidad, el Congreso de los Estados Unidos impuso una serie de estructuras gubernamentales particulares en la isla”.

El elevado endeudamiento de Puerto Rico fue posible por la ausencia del modelo fiscal de los estados y por algunas reformas del Congreso de Estados Unidos, que agravaron la crisis. Puerto Rico no tiene mecanismos para evitar los déficits del gobierno central y la acumulación de deuda, y algunas corporaciones públicas arrastran deudas que son insostenibles.

“Durante las últimas ocho décadas, ningún estado de los Estados Unidos ha enfrentado una crisis fiscal equivalente a la que enfrenta Puerto Rico en la actualidad. Una de las razones principales por la cual el modelo fiscal de los estados funciona relativamente bien es porque se creó para evitar las frecuentes insolvencias que enfrentaron muchos estados durante el siglo XIX. Para prevenir más incumplimientos, los responsables incluyeron mecanismos constitucionales que limitaran los déficits operacionales y los préstamos. Desafortunadamente, el Estado Libre Asociado de Puerto Rico no se benefició de esta evolución del manejo fiscal en los estados”.

A partir de los años 40 del siglo pasado la deuda aumento de forma rápida. “Aunque en la Constitución de Puerto Rico de 1952 se intentó emular los requisitos presupuestarios de los demás estados, estos beneficios se perdieron en la interpretación de una traducción aún antes que los interpretara para la posteridad el secretario de justicia”.

La eliminación por parte del Congreso de los Estados Unidos de la Sección 936 fue una de las medidas legislativas federales que empeoraron la crisis fiscal. Además, el estudio responsabiliza al Gobierno de Estados Unidos por incentivar el endeudamiento excesivo al otorgar triple exención contributiva a los bonos municipales; y por obligar a que se utilicen barcos de bandera estadounidenses entre Puerto Rico y los demás puertos de Estados Unidos.

El estudio considera que extender la ciudadanía de los Estados Unidos a los residentes de Puerto Rico es otra de las medidas que ha contribuido a la crisis. “El permitir la emigración libre de Puerto Rico a los Estados Unidos —sin crear oportunidades adecuadas de empleos en la isla— ha repercutido en una pérdida de muchos ciudadanos capacitados y ambiciosos, y más recientemente ha resultado en una pérdida de población”.

Es interesante la reflexión que hacen los autores sobre que es preferible establecer una junta de control fiscal a “una solución antidemocrática”. “Puede que no sea necesario sustituir completamente un gobierno electo por uno nombrado, sobre todo si la legislatura aborda muchos temas que tienen implicaciones fiscales mínimas (…) Al considerar una solución antidemocrática para Puerto Rico, vale recalcar que la isla ha enfrentado numerosas intervenciones no-democráticas, comenzando con la ocupación de los Estados Unidos en el 1898, la cual derrocó a un gobierno autónomo. Más aún, si a Puerto Rico se le hubiese concedido el mismo trato que a Hawaii —un territorio ocupado por los Estados Unidos durante el mismo momento histórico— se hubiese convertido en estado y probablemente se hubiese podido evitar los problemas actuales. Por lo tanto, la implementación de una junta de control fiscal es preferible a reemplazar al gobierno electo con una comisión, y el proceso debe estar dirigido a que Puerto Rico se convierta en un estado y a que se le permita poder beneficiarse de un modelo de gobierno ya comprobado”.

 

El estudio está disponible en inglés y en español en el siguiente enlace