Por redacción de Sin Comillas

La meta del Acuerdo de París de mantener el calentamiento global muy por debajo de 2 grados no podrá lograrse sin cambios en el uso global del suelo, que implican nuevos hábitos en el consumo de alimentos, advierte un informe de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El informe es clave para futuras negociaciones entre Estados firmantes e influirá en las que se produzcan durante la cumbre climática anual que se celebrará en diciembre en Santiago de Chile.

El informe contiene recomendaciones para que los gobiernos dicten políticas con el fin de cambiar el uso forestal y agrícola del suelo para así contribuir a la lucha contra el cambio climático, teniendo en cuenta que, entre otras cosas, los bosques absorben cerca de un tercio de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).

El informe de la ONU recomienda la puesta en marcha de “políticas que reduzcan el despilfarro de comida e influyan en la elección de determinadas opciones alimentarias”, en alusión a dietas menos carnívoras y que reduzcan la población obesa o con sobrepeso, próxima a los 2,000 millones de personas.

Se derrocha entre un 25% y un 30% de la comida que se produce en el planeta, por lo que combatir este problema puede rebajar las presiones por reducir bosques y aumentar el suelo agrícola, contribuyendo así a una reducción de las emisiones de CO2, principal gas causante del efecto invernadero).

También se propone retomar prácticas agrícolas, ganaderas y silvícolas de las poblaciones indígenas tradicionales, ya que según el documento “su experiencia puede contribuir a los desafíos que presentan el cambio climático, la seguridad alimentaria, la conservación de la biodiversidad y el combate de la desertización”.

En el informe se fija, por primera vez, la relación directa entre el cambio climático y la degradación del suelo global (zonas más áridas, pérdida de biodiversidad, desertización) y se advierte de un aumento de las sequías en regiones como el Mediterráneo o África del Sur debido al calentamiento global.

En otras zonas, como los bosques boreales, los efectos del cambio climático podrían incluir mayor riesgo de incendios forestales o de las plagas.