Por Luisa García Pelatti

Joe Gladue, analista de B. Riley &Co., degradó su recomendación para las acciones de Doral Financial Corporation (NYSE:DRL) de “Buy” a “Neutral” ante la perspectiva de que el banco anuncie el jueves otro trimestre de pérdidas. Doral había informado una pérdida de $1.6 millones en el segundo trimestre y sus resultados han sido muy volátiles en los últimos trimestres. La orden de consentimiento con los reguladores podría hacer más difícil el regreso a la rentabilidad.

2012-11-7 – Downgrade – DRL (1)

El analista cree que Doral anunciará hoy una pérdida de $0.28 por acción, unos resultados que están por debajo de lo que anticipaba. “Esperábamos que la compañía estuviera informando una rentabilidad sostenida, pero parece que esa rentabilidad será más esporádica que sostenida”, apunta el analista. Las provisiones para pérdidas en préstamos habrían aumentado de $5.2 millones en el segundo trimestre a $33.2 millones.

Gladue redujo el precio objetivo de la acción para las próximas 52 semanas de $2 a $1. El miércoles, los títulos de Doral cerraron con una caída de 14.13%, hasta $0.79. Su nivel más bajo en las últimas 52 semanas fue $0.56 y el más alto $2.00. Las acción lleva 17 días consecutivos cotizando por debajo de $1. “No esperamos que la acción reaccione de forma positiva a los resultados del tercer trimestre”.

“Creemos que Doral todavía tiene valor y que su plataforma de originación de hipotecas podría ser de interés para otro banco. Sin embargo la lista de posibles compradores se ha ido reduciendo con la adquisición pendiente de BBVA por parte de Oriental”, dice Gladue.

En agosto, Doral anunció que el Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) y la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF) emitieron una orden de consentimiento que requiere que la entidad mantenga ciertos niveles de capital, haga una evaluación de la junta de directores y de la gerencia y elimine de sus libros los activos clasificados como pérdidas por el FDC y OCIF. También debe establecer un plan para reducir el riesgo de todos los préstamos superiores a $1 millón con más de 90 días de atraso o que hayan sido clasificados como “dudosos” .