Por redacción de Sin Comillas

La Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) anunció que ha llegado a un acuerdo con la empresa Total Petroleum Puerto Rico Corporation para que cumpla una pena por presuntas violaciones de los requisitos que exigen el control de la contaminación proveniente de la descarga de agua de lluvia en su terminal en Guaynabo (“Guaynabo Bulk Fuels Terminal”).

Según el acuerdo, Total Petroleum deberá cumplir con los requisitos de descarga de aguas de lluvia para actividades industriales, según lo establecido por la Ley de Agua Limpia y pagará una multa de $345,000. La compañía también invertirá $40,000 en la construcción e instalación de alrededor de 30 módulos de arrecifes artificiales en la reserva natural de la Laguna del Condado.

“Puerto Rico tiene recursos naturales extraordinarios y cuerpos de agua y ecosistemas costeros que son importantes lugares de esparcimiento y atractivo turístico”, dijo Carmen Guerrero Pérez, directora de la División de Protección Ambiental del Caribe de la EPA. “Toda compañía que opera en Puerto Rico tiene la obligación de cumplir la Ley de Agua Limpia para no dañar ni degradar estos recursos acuáticos”.

La Ley de Agua Limpia exige que ciertas instalaciones industriales soliciten y obtengan permisos del Sistema Nacional de Eliminación de Descargas de Contaminantes con el fin de regular la descarga de los contaminantes que las aguas de lluvia acarrean hasta los cuerpos de agua cercanos. Estas  instalaciones deben desarrollar e implementar un Plan de Prevención de Contaminación de Aguas de Lluvia, en el cual especifiquen las mejores prácticas que adoptará la compañía para evitar que la escorrentía de aguas de lluvia arrastre contaminantes nocivos hasta los cuerpos de agua locales.

Si no hay controles adecuados en la instalación, la escorrentía de aguas de lluvia puede terminar en un cuerpo de agua cercano, dañar la calidad del agua y causar la sedimentación de los ríos, cierre de playas, restricciones en la pesca y degradación de hábitats, entre otros. Al pasar por estas instalaciones, el agua de lluvia puede arrastrar contaminantes como tierra o sedimentos, nutrientes, basura, sustancias químicas y aceites. Hay particular preocupación por la escorrentía no controlada que pueda dañar o matar los peces y la vida silvestre por los cambios en la calidad del agua, la hidrología y otros factores.

La denuncia de la EPA alega que Total Petroleum violó diversos requisitos sobre el permiso de agua de lluvia en la instalación conocida como “Guaynabo Bulk Fuels Terminal”. Entre las violaciones que se encontraron están: implementar las mejores prácticas; implementar un Plan de Prevención de Contaminación de Aguas de Lluvia; monitorear e informar los datos sobre la descarga de contaminantes provenientes de las instalaciones; y obtener el permiso apropiado para la descarga de aguas de tormenta en la actividad industrial.

Además del acuerdo de cumplir con la Ley de Agua Limpia y pagar una penalidad, Total Petroleum también aceptó construir un nuevo sistema de recolección y descarga de aguas de lluvia en su terminal de Guaynabo y solicitar un permiso actualizado para la descarga de aguas de tormenta para dicha instalación. La compañía, a su vez, construirá la tercera y última fase del proyecto de mejora del arrecife y sendero de coral Taíno en la Laguna del Condado, que se está realizando en el tramo noreste de la desembocadura de la Laguna del Condado en el Océano Atlántico.

Total Petroleum instalará alrededor de 30 módulos de arrecife artificial para brindarles hábitats artificiales a las especies que viven en los arrecifes del estuario de la Bahía San Juan. El objetivo del proyecto es mejorar, proteger y fomentar la diversidad de la vida marina en el estuario, que fue designado como un estuario de importancia nacional y forma parte del Programa Nacional de Estuarios de la EPA. Total Petroleum invertirá un mínimo de $40,000 en este proyecto. El proyecto, que beneficia al medio ambiente y la comunidad, no exige que la compañía cumpla la ley.