Por Luisa García Pelatti

La economía de Puerto Rico perdió 27,100 empleos en el mes de julio, cuando se compara la Encuesta de Empleo Asalariado No Agrícola del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos con el mismo periodo del año pasado. Se trata de una caída de 3.1%, la menor del periodo post-huracán María.

El gobierno, que habitualmente despacha esta estadísticas con un comunicado de prensa anodino, celebró el viernes citó a la prensa a una mesa redonda para destacar que la tasa de desempleo cayó hasta 9.1%, un mínimo histórico.

Cierto es también, que la tasa de participación está en 41.0%, la más alta para un mes de julio en los últimos seis años, aunque tampoco es para tirar cohetes teniendo en cuenta que la tasa está por encima del 60% en Estados Unidos.

Cierto es que la tasa de empleo (la proporción de la población disponible para trabajar que está efectivamente trabajando) se ha elevado hasta 37.1%, la más alta desde 2009. Y cierto es también que el grupo trabajador crece hasta 1,105,000, superando en 12,000 personas a la cifra del año pasado.

Pero esos datos, que apuntan a que se está creando empleo no parecen ser suficientes para compensar los empleos que se pierden porque la Encuesta de Empleo Asalariado No Agrícola indica que se han perdido 27,100 empleos respecto al año pasado.

El empleo se redujo en todos los sectores, pero afectó, principalmente a Comercio, Transporte y Utilidades (-6,200), Gobierno (-7,800); Servicios Educativos y de Salud (-5,700); Recreación y Alojamiento (-1,300); Servicios Profesionales y Comerciales (-1,400); y Manufactura (-2,200).

Por su parte, la Encuesta de Grupo Trabajador –la segunda encuesta que realiza la agencia para medir empleo– señala que el empleo aumentó 2.3% en julio respecto al mismo mes del año pasado. Unos 23,000 empleos más. El segundo aumento consecutivo.

Los datos muestran que el mercado laboral se está recuperando tras el huracán, pero los datos siguen muy por debajo de donde estaban antes de septiembre del año asado. El empleo lleva cayendo desde el 2006, con la única excepción del año 2012.

Hay otro aspecto que hay que tomar en cuenta. La población civil –las personas de 16 años o más capaces de trabajar–, que lleva siete años cayendo, perdió 60,000 personas en julio. Este hecho es relevante porque la población civil es el denominador en la fórmula para calcular la tasa de empleo –una medida que nos dice qué proporción de la población que podría estar disponible para trabajar está efectivamente trabajando– y la tasa de participación. Por lo tanto, los aumentos de la tasa de empleo y de la tasa de participación no responden necesariamente a un mercado laboral más robusto.

El número de desalentados, personas que ya ni se molestan en buscar trabajo, baja a 18,000 personas, 37.9% menos.

¿Por qué los datos son diferentes en las dos encuestas?

El Departamento del Trabajo explica que la información para la Encuesta de Grupo Trabajador se obtiene a través de visitas a una muestra de hogares, mientras que la de Empleo Asalariado No Agrícola se obtiene directamente de las nóminas de establecimientos industriales. La primera cubre personas en todo tipo de empleo asalariado, empleo por cuenta propia y familiares sin paga. Sin embargo, la segunda considera únicamente los empleados en las nóminas de establecimientos no agrícolas.

En la Encuesta de Grupo Trabajador una persona se cuenta una sola vez, independiente al número de trabajos que tenga, no así en la de Empleo Asalariado No Agrícola donde puede ser contado en los establecimientos en que trabaje. La primera estudia el empleo de las personas de 16 años y más dentro de la población civil no institucional. En la segunda, pueden ser contados militares que estén empleados civilmente.

El consenso entre los economistas es que hay que usar la encuesta de establecimientos (Encuesta de Empleo Asalariado No Agrícola) para medir el comportamiento del empleo, porque esta encuesta permite saber en qué sectores aumenta el empleo. La otra encuesta, la de Grupo Trabajador, o conocida también como encuesta de vivienda, se utilizan para generar estadísticas como la tasa de desempleo, tasa de participación y desempleo.