El terremoto ha venido a facilitar el desbloqueo de los fondos federales. La actitud de Washington ha cambiado.

Por Luisa García Pelatti

La economía, que se ha estado contrayendo desde 2006, habría experimentado un fuerte crecimiento, en torno al 5%, en el año fiscal 2019, como resultado de la llegada limitada de fondos federales para la recuperación tras el huracán María (septiembre de 2017). En el próximo año fiscal (2021) se podría producir un nuevo rebote, esta vez menor, por las ayudas por los terremotos del mes de enero. Pero este crecimiento no va a ser sostenible, señaló el economista Juan Lara durante una actividad en la Asociación de Restaurantes (ASORE).

“Hemos tenido un rebote de la economía después del huracán María y recientemente hemos visto otra vez desaceleración. Estamos viviendo de nuevo en una economía post-desastre”. Lara explica que aunque los daños de los terremotos se han concentrado en el área suroeste de la Isla, y se puede calificar de un desastre de menor escala respecto al huracán María, afectan a la economía.

El rebote del 2019 fue un “crecimiento por respiración artificial”. La economía creció por la inyección de dinero que vino de afuera. El impulso del rebote se agotó y ahora la economía no está creciendo. Volverá a crecer en el 2021 por la llegada de los fondos federales del huracán María que vienen con retraso. Pero Lara advierte que se trata de un crecimiento económico que no va a durar mucho y no es viable.

“La posición actual de la economía de Puerto Rico no es aceptable a largo plazo. No es aceptable tener una economía que se mantiene anémica a menos que le estén inyectando dinero de afuera. Tiene que haber dinamismo interno, capacidad de no depender de los fondos de afuera”. Y para eso se necesita un proyecto de desarrollo económico y el tiempo se acaba. “Se nos va cerrando la ventana de oportunidad” .

Lara estima que la economía habría crecido crecer 5.8% en el año fiscal 2019. La cifra oficial, que es responsabilidad de la Junta de Planificación, todavía no se ha publicado. El actual año fiscal 2020 será de crecimiento cero o ligeramente negativo.

“Tristemente, los terremotos acentúan ese efecto de la desaceleración. Se ha afectado el turismo, el comercio y otras actividad lo que tiende a hacer que la economía sea más lenta”. Pero Lara destaca que hay otra cara. Los terremotos han ayudado a movilizar los fondos federales asignados para la recuperación del huracán María y eso “puede ayudar a cambiar la trayectoria de la economía en este año y el próximo”, apunta Lara.

“Ahora mismo, esa es la clave del crecimiento, que se materialice ese dinero que nos han prometido. Si se usa como originalmente se diseñó, puede significar un impulso grande para la economía”.

En septiembre de 2019, dos años después del huracán, el Congreso de Estados Unidos había asignado $43,000 millones. Es menos de la mitad de lo que solicitó el gobierno de Puerto Rico. De los $43,000 millones, sólo se han desembolsado $14,400 millones. “El lado bueno es que ya hay un momento de dinero comprometido y que se supone que entre a nuestra economía durante este año, el próximo y el siguiente”.

Lara es más optimista ahora que antes de los terremotos. “Nuestra expectativa entre octubre y diciembre era que los fondos federales iban a seguir atrasándose. Pensamos que el terremoto ya cambió eso porque ha ejercido presión sobre el gobierno de Estados Unidos para agilizar la llegada de esos fondos. Se anticipa que en el actual año fiscal (2020) se reciban $5,400 millones y que en el 2021 se duplique esa cantidad. “Depende de nosotros que ese dinero se mueva. Los proyectos deben estar identificados, planificados y tiene que haber agilidad”.

Por otro lado, está pendiente decidir qué se va a hacer con los $2,000 millones de la Ley 154, el arbitrio a las compañías foráneas. El gobierno de Estados Unidos ha dicho que no van a seguir permitiendo que se acrediten. “Hay que cambiar la ley”.

“El problema es que PROMESA no ha salido como se esperaba. No ha sido ni una cuarta parte de efectiva de lo que debió haber sido”, opina Lara y afirma que donde único ha habido avance es en la renegociación de la deuda y aun ahí hay mucha controversia. Sostiene que “la renegociación no es sostenible y hay una alta probabilidad de que Puerto Rico vuelva a cae en quiebra”.

“La verdadera PROMESA no era renegociar la deuda, sino cambiar la forma en que manejamos la economía, y ahí el avance ha sido prácticamente cero”, declaró el economista