Por Genoveva de Brabante, especial para Sin Comillas

Miren amigos, yo estoy a favor de las protestas, de las marchas, de la disidencia; creo que estos son elementos de la democracia. Yo he sido disidente y para colmo, no pertenezco a ningún partido en este país.

Pero, ahora, de momento, todos marchamos…¿por qué? ¿A qué se debe este entusiasmo tan sorprendente, CUANDO hubo tanto por lo que se pudo haber marchado, y haberse lanzado a la calle con pitos, cacerolas y pancartas, y todos se quedaron tan calladitos.

Aquí nadie salió a la calle cuando nos robaron los clavos de la cruz, cuando unos funcionarios se llevaron cheques dobles a final del año calendario; cuando un fulano con aires de César dijo que tenemos “banquete total” y, SI, lo tenemos de verdad; cuando se construyeron los jardines colgantes de Babilonia, y se hizo el tren más caro del mundo, que no va a ningún sitio. Nadie dijo nada cuando cuando se nombraron una partida de jueces incapaces; nadie dijo nada cuando la esposa de un alto funcionario del Gobierno de Rosselló fue a Panamá con otras damas de la gran política puertorriqueña de la época a abrir cuentas secretas y colocar fondos robados de este país. NADIE dijo nada cuando se cerrá a la prensa el Hemiciclo del Senado, ni siquiera la cobarde prensa. NADIE dijo nada cuando se robaron la Universidad, la Editorial Universitaria, la WIPR, y la sensibilidad…Todos estaban en el jueguito- y se hicieron de la vista larga. Son muchos, muchos años de vista larga…

No creo en las marchas de este momento, por que son una gran hipocresía. Ahora, que el país está en el sumidero, entonces se proclaman marchas. Hasta la Iglesia Católica, a la cual pertenezco, NUNCA dijo NADA y ahora está llamando a marchar. Ni cuando los curas molestaron sexualmente a niñitos, ni cuando hubo corrupción, y fraudes…tampoco la Iglesia dijo nada cuando el Contralor, miembro opulento del Opus Dei, era participe activo del gran robo a este país.

Estoy indignada. Y tengo que proclamarlo porque en este país, donde hay tantas cosas buenas, lo que impera es LA MALA FE, Y LA MALA VOLUNTAD. De eso SI que podemos dar cátedra a otros países. Para la solidaridad, para trabajar, para poner mi esfuerzo y mi buen animo, ahí estaré….pero para marchas tontas, que conmigo no cuenten…