Por Santos Negrón Díaz, especial para Sin Comillas*

En la ciencia económica no hay abundancia de instrumentos analíticos que de una forma clara y concisa den cuenta de un fenómeno o de una relación y que constituyan paradigmas que sobrevivan en el tiempo. Tal es el caso de curva de Phillips, que describe la relación entre la tasa de inflación y la tasa de desempleo, y la ley de Okun que ofrece una medida aproximada de la pérdida de producción asociada con el desempleo excesivo.

En una escala mucho más modesta, pero muy interesante para los estudiosos de la economía de Puerto Rico, la Tabla 1, de capítulo II del volumen I del Informe Kreps de 1977 constituye una magistral pieza de contabilidad macroeconómica. Se trata de un sistema de análisis para determinar los desembolsos brutos del Gobierno Federal en Puerto Rico, restarle los pagos que fluyen de Puerto Rico al Gobierno Federal, estimar los desembolsos netos totales y luego estimar el por ciento que éstos últimos constituyen del producto bruto de Puerto Rico a precios corrientes.

Los desembolsos del Gobierno Federal se clasifican en cinco categorías: pagos de transferencia a individuos, aportaciones al sector público, gastos netos de la operación de agencias federales en Puerto Rico, derechos de aduana y arbitrios sobre embarques.

En forma asombrosamente sintética podemos analizar el grado de dependencia que tiene la economía de Puerto Rico del flujo de fondos federales, la evolución histórica de esa dependencia, el crecimiento relativo de cada uno de los componentes de los desembolsos federales y el crecimiento de los pagos de Puerto Rico en comparación con el total de desembolsos brutos que hace el Gobierno Federal.

La tabla de Informe Kreps comienza en el año fiscal 1970, cuando los desembolsos netos eran apenas el 13 por ciento del producto bruto y termina en año fiscal 1977, cuando dicha participación ya se había elevado a 30%.

En vista de mi interés en esta relación y del hecho de que he puesto al día la información pertinente para varios años específicos, la útima de las cuales publiqué en las páginas de sincomillas.com, un buen amigo economista me sugirió la idea de hacer una comparación entre los resultados que se obsevaron en el año fiscal 2006, al último año en que la economía de Puerto Rico mostró algún grado de crecimiento significativo, y el año más reciente que hubiera disponible durante la era de prolongada recesión que se ha observado desde entonces, el cual viene a ser el año fiscal 2013.

Los resultados se presentan en la siguiente tabla:

Tabla1

Durante el periodo bajo análisis, el producto bruto a precios corrientes apenas creció a una tasa de 2.9% y los arbitrios sobre embarques disminuyeron a una tasa promedio de 4.8%, pero el efecto compensatorio de las alzas superiores al 6% que se observaron en los renglones de pagos de transferencia a individuos, aportaciones al sector público y gastos netos de las agencias federales en Puerto Rico indujeron un alza en los desembolsos totales del Gobierno Federal, como por ciento del producto bruto a precios corrientes, de 17.1% en 2006 a 24.5% en 2013.

A nadie le debe extrañar que en un periodo de dificultad económica tan severa en Puerto Rico, la dependencia relativa de los desembolsos federales haya aumentado tan significativamente.

Sin duda, el útil instrumento desarrollado como parte de los excelentes esfuerzos analíticos del Informe Kreps no sigue dando luz para analizar lo que es obvio que ocurra en una coyuntura recesionaria, pero para lo cual podemos calcular unos parámetros claros y precisos.

* El autor es economista.