El proyecto debe ser ratificado por el Senado en las próximas semanas.

Por redacción de Sin Comillas

La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha aprobado este jueves la propuesta de reforma contributiva impulsada por el presidente Donald Trump, que promete profundos recortes de impuestos para trabajadores y empresas.

La votación ha reflejado la mayoría republicana en la Cámara Baja con 227 votos a favor, todos republicanos, y 205 en contra del proyecto, que tendrá que ser ratificado por el Senado en las próximas semanas.

El plan incluye una rebaja del impuesto de las corporaciones del 35% al 20%, y reducir de los siete actuales a cuatro los tramos impositivos.

Pero también incluye un impuesto de 20% a las importaciones de multinacionales y una tasa global que sería de 12.5% y aplicaría a empresas multinacionales que operan en el extranjero, incluyendo a las Corporaciones de Control Foráneo (CFC) de Puerto Rico. El Gobierno de Puerto Rico considera que la reforma limita la capacidad para atraer empresas manufactureras a la Isla.

“Ante la aprobación en la Cámara de Representantes de Estados Unidos del proyecto que pretende reformar el sistema de impuestos federales, los esfuerzos del Gobierno de Puerto Rico dirigidos a lograr la integración de la Isla al sistema contributivo de la Nación y, por ende, lograr condiciones que promuevan y faciliten nuestro desarrollo económico y la creación de empleos, se concentrarán ahora en el Senado federal”, comentó el gobernador Ricardo Rosselló.

Las secciones 4301 y 4303 del “Tax Cuts and Jobs Act” tienen el potencial de afectar a Puerto Rico porque requieren la tributación en EE.UU. de las ganancias generadas fuera de los EE.UU. y por otro, lo que impondrían un arbitrio de 20% a las compras que una afiliada estadounidense haga a otra afiliada fuera de los EE.UU.

“Nuestra propuesta, la cual nos proponemos sea considerada en el proceso de conferencia legislativa para armonizar los proyectos de Cámara y Senado federal, crea empleos y riquezas en Puerto Rico como parte de los Estados Unidos, en lugar de eliminarlas, como resultaría con el proyecto aprobado hoy”, añadió.

El gobernador indicó que “si el Congreso toma esta acción sin tomar en consideración a Puerto Rico, laceraría la economía, lo que va contra los propósitos de la Ley PROMESA, legislada precisamente por ese Congreso. Esa acción discriminaría contra los 3.4 millones de ciudadanos americanos que viven en Puerto Rico”.

El presidente de la Cámara de Representantes federal, Paul Ryan y la comisionada residente, Jenniffer González Colón, emitieron una declaración conjunta señalando que tienen la intención de hacer cambios en lo que se refiere a Puerto Rico, “cuando vayamos a conferencia”.

A la par que la Cámara de Representantes, el Senado trabaja en una propuesta paralela, con algunas modificaciones, que se prevé sea sometida a votación en diciembre, y donde los republicanos cuentan con una mayoría más pequeña, por lo que se esperan más obstáculos para que salga adelante.