Por Mariely Rivera Hernández*

En Puerto Rico la recopilación de datos y la investigación han sido con demasiada frecuencia relegados a un último lugar. Sin embargo, su aplicación rigurosa no solo es imprescindible para conocer nuestra realidad también es la base para el descubrimiento y la innovación.

Recientemente cinco presidentes de universidades puertorriqueñas presentaron una cantera de oportunidades alrededor del tema de la investigación. Su participación en el panel Transformando la Educación durante el Foro Hecho en Puerto Rico sirvió de inspiración para destacar la importancia de la misma y colocarla en el sitial que merece dentro del bienestar educativo, el desarrollo económico y la competitividad del país.

Los tres puntos de convergencia en el encuentro fueron: aumentar la actividad investigativa en Puerto Rico, fomentar la investigación desde los grados primarios hasta la universidad y conectar los resultados de nuestras investigaciones con el resto del mundo. En fin posicionar nuestras innovaciones en inventos, productos, intercambio de conocimiento, capital humano y soluciones de impacto global.

Este cambio de cultura incluye ilustrar ejemplos concretos donde la investigación está haciendo la diferencia en el tercer sector.

La investigación en el tercer sector

Una organización sin fines de lucro con un estrecho compromiso con la educación debe tener como pilar de su trabajo la fortaleza de la investigación.

Como ejemplo de la aplicación de la investigación en el tercer sector, esbozo un estudio de caso sobre la aplicación de la investigación en Sapientis, una organización no gubernamental creada en el 2002, cuya causa es la educación.

La misión de Sapientis es desarrollar las mejores prácticas de liderazgo educativo para impulsar la transformación educativa. En vista de que es una organización pequeña ha incursionado en un proyecto piloto con cinco directores de escuelas elementales en San Juan.

Su visión, que cada comunidad educativa tenga líderes que fomenten una educación de excelencia hemos delineado programáticamente varias estrategias. Las mismas conllevan intervenciones semanales, seminarios, talleres y actividades especiales en las escuelas con los maestros, directores, estudiantes y padres.

Sapientis se planteó por muchos meses cómo realizar estas tareas desde las escuelas, facilitando que las mismas poblaciones asumieran protagonismo en el proceso. Además, desde el inicio de los trabajos vimos clara la necesidad de recopilar, analizar y vincular los datos sustentados en observaciones, pre y post prueba, cuestionarios y grupos focales.

Manos a la obra

La organización se ha dado a la tarea de invertir tiempo y recursos en la investigación para documentar formalmente las intervenciones y nutrir su planificación estratégica. Desde marzo de 2013, se cincelaron los trabajos con los directores escolares luego de la firma de un acuerdo de trabajo por nueve meses con la Universidad de Puerto Rico (UPR), a través de su Centro de Investigaciones Educativas de la Facultad de Educación en Río Piedras.

Un grupo de profesores y expertos lideraron esta primera etapa que culminó en diciembre. Ya para enero de 2014 integramos a maestros y padres hasta llegar a la población estudiantil de estas cinco comunidades educativas de las regiones San Juan I y II. Las escuelas son; Juanita García Peraza en la Barriada Israel, Luis Llorens Torres del Residencial Llorens, Evaristo Ribera Chevremont en el Residencial Vista Hermosa, Eleanor Roosevelt en Hato Rey y la José Colombán Rosario en Paradise Hills.

Toda la plataforma del proyecto está enfocada en triangular dimensiones del liderazgo educativo (didáctico, estratégico y comunitario). Este trabajo inicial se resume en 200 horas de coaching, 10 reuniones didácticas, 10 seminarios reflexivos, 8 talleres de capacitación, 10 visitas de seguimiento para la planificación y 12 reuniones o actividades complementarias incluyendo visitas de campo. Durante todo este proceso la meta ha sido y será vincular el liderazgo educativo con el aprovechamiento académico estudiantil como nuestro norte.

Hemos revisado numerosos estudios e investigaciones que reconocen esta vinculación. Entre ellas, la Fundación Wallace (www.wallacefoundation.org, la Fundación Chile www.fundacionchile.com y la Universidad de Granada, España (www.ugr.es).

Puerto Rico también tiene una experiencia de investigación a través de dos estudios realizados en el 2010 y 2011 por la Fundación Flamboyán (www.flamboyanfoundation.org) que subrayan la importancia de desarrollar un sistema de reclutamiento que considere solo a los mejores candidatos a directores, porque la selección de un buen líder educativo es un factor determinante en una escuela exitosa que tiene como centro el aprovechamiento estudiantil.

En Sapientis, gracias al uso de métodos de investigación, surgieron desde muy temprano en el proceso de planificación hallazgos importantes que impactaron las áreas de enfoque del proyecto. A través del uso de cuestionarios, se obtuvo una radiografía no solo del director, sino también de las necesidades de cada escuela, además de explorar cómo los directores describían su rol a través de las múltiples responsabilidades que realizan a diario.

Uno de los resultados de esta radiografía educativa reveló como denominador común un marcado rezago estudiantil en destrezas de lectura y escritura. Luego confirmamos con datos empíricos recientes del Departamento de Educación que puntualizan que un 52% del estudiantado a nivel general no es proficiente en lectura y escritura.

Necesitábamos trabajar con los directores y maestros en una estrategia muy concreta que nos llevara a tomar acción para mejorar el aprovechamiento académico sin crear tensiones mayores en las escuelas. Tanto los directores como los maestros están cansados de iniciar proyectos demasiado abarcadores que pretenden cambiar toda la escuela y resultan en intentos fútiles. También, sienten frustración cuando se comprometen con iniciativas que carecen de continuidad y se fragmentan dejándolos a la deriva y ausentes de una visión compartida.

Un laboratorio en virtud del conocimiento

Sapientis se planteó cómo lograr recopilar datos que pudieran producir observaciones de las actividades dentro y fuera de la sala de clase, toma de decisiones eficientes, creación de propuestas de análisis cualitativo y cuantitativo del proyecto emprendido. Así surgió el laboratorio de investigación estudiantil universitario.

Al presente, hay siete estudiantes de bachillerato y a nivel graduado que son parte de la acción en los ambientes escolares, mientras el proyecto se ejecuta dentro del calendario escolar. De este grupo, cinco tienen contacto directo con la actividad programática por escuela y dos de ellos, aunque ejecutan de forma indirecta, también aportan a nuestra misión.

Los estudiantes, luego de recibir capacitación para entender su rol durante las actividades, pasan por la experiencia de utilizar rúbricas (herramienta para ayudar a evaluar aspectos complejos, imprecisos o subjetivos) para observar intervenciones en la sala de clase donde las maestras introducen estrategias innovadoras para fomentar la lectura. Algunos de los indicadores que se observan desde la rúbrica que utiliza el estudiante es la participación de los niños en las actividades de lectura y los temas que se dialogan en torno a lo que leen. Además hay otros indicadores más especializados que pueden obtenerse con la intervención de la maestra y sus observaciones, entre ellos: comprensión lectora, vocabulario, conciencia fonológica, destrezas sicomotriz y lectura por placer. Un indicador que consideramos de alto interés es el cambio de proficiente a avanzado en la calificación de los estudiantes tanto en las notas semestrales como en la prueba puertorriqueña.

Una actividad en la que el laboratorio estudiantil universitario ha estado muy activo y que merece destacarse es el ciclo de talleres de escritura creativa entre los meses de febrero y marzo. La reconocida escritora y doctora Janette Becerra del Recinto de Cayey, UPR, desarrolló tres talleres secuenciales de escritura creativa para los 25 maestros y directores de las cinco escuelas del piloto. Los maestros de las materias de lenguaje (español e inglés) pertenecen a los niveles K-3er grado y 4to a 6to grado.

Asimismo, la profesora diseñó talleres de escritura creativa por niveles para los estudiantes de tres de las escuelas; las otras dos recibirán los talleres durante el mes de septiembre. El laboratorio estudiantil universitario participó en los mismos y realizó observaciones de indicadores como: ortografía, vocabulario, escritura creativa y participación estudiantil, entre otros. La Directora de Investigación de Política Pública Educativa de Sapientis supervisó a los estudiantes en el uso de la rúbrica y con ayuda de la maestra —por ser ella perito en el área de educación— se esbozaron las observaciones.

El laboratorio observó a adultos y a niños pasando por esta experiencia creativa. Además de los cinco estudiantes universitarios que participan de forma directa, los dos que participan indirectamente han tenido la oportunidad de incursionar en la planificación de los talleres, es decir, planificando la logística, desde horarios, organización de sesiones fotográficas para documentar el proceso, logística de las grabaciones de video realizadas por un profesional de ese campo, intervenciones cortas en la sala de clase para asistir a la maestra y niños, mientras la Dra. Becerra impartía el taller interactivo.

Varios estudios han planteado positivamente que la creación de internados para estudiantes universitarios constituye una gran aportación para todas las partes involucradas. En el caso de Sapientis, la investigación es medular para lograr la acción. Resaltamos el trabajo de la Universidad de York en Toronto, Canadá publicado en el 2010 (www.emeraldinsight.com/0040-0912.htm). Este trabajo de investigación en revista arbitrada destaca un programa de liderazgo estudiantil para fomentar la investigación donde los valores institucionales de la universidad, como lo son la enseñanza y el compromiso comunitario se ponen en práctica a través de la movilización del conocimiento. Este concepto movilización del conocimiento se fundamenta en tres elementos: primero, creación de conocimiento; segundo, uso del conocimiento; y tercero, el proceso de conectar la creación con el uso del conocimiento.

Los investigadores de York puntualizan que estos programas son beneficiosos ayudan a los estudiantes a adquirir destrezas en la investigación, logran la aplicación práctica del conocimiento, ayudan a cumplir con los valores de la institución y posicionan favorablemente el nombre de las universidades. Reconocemos que existen también estudios que consideran poco confiable la recopilación de datos pero en nuestro caso hemos tratado de llevar el proceso metodológico fiel a lo que indica la literatura en la investigación.

A la luz de la experiencia de Sapientis, hay que honrar a la universidad a la que pertenecen los estudiantes de nuestro laboratorio: la Universidad de Puerto Rico. Los siete estudiantes son producto de las facultades de Ciencias Sociales y Administración de Empresas del Recinto de Río Piedras. Se especializan en ciencias políticas, sicología, economía, relaciones laborales y mercadeo. A raíz de un acuerdo de colaboración con la Facultad de Ciencias Sociales y la Oficina de Asuntos de la Juventud se logró el comienzo de esta iniciativa desde principios del año 2014. Sapientis requirió a aquellos que realizarían trabajos en las escuelas que tuvieran aprobado un curso de métodos de investigación para poder contar con un grupo de trabajo familiarizado con la investigación.

Es de conocimiento público que la universidad del estado tiene programas activos de internos en diversas facultades. El laboratorio de Sapientis es un espacio más que se suma a la experiencia universitaria. Lo que hace único este laboratorio es el proyecto de investigación basado en liderazgo educativo, vinculado al aprovechamiento estudiantil desde la perspectiva del tercer sector. También, la oportunidad de que el laboratorio reciba estudiantes de diversos campos del saber le da una riqueza inigualable al trabajo investigativo que produce un caleidoscopio de posibilidades incorporar a un trabajo educativo holístico. Así las cosas, cada estudiante se lleva una experiencia diversa y se siente identificado con la educación. Esto permite crear un puente entre el individuo y el sentido de compromiso por el bienestar educativo.

La visión a un próximo nivel

Las funciones esenciales de Sapientis son: enseñanza, liderazgo y desarrollo por lo que el conclave entre la academia, las sin fines de lucro y el sector gubernamental perfilan como un buen junte para poner en práctica las tres funciones. La enseñanza se manifiesta en lo que recibimos e igual aprendemos desde la academia, la experiencia programática del tercer sector dedicado a temas educativos y la urgencia de transformar la educación. Recibir directamente de la fuente de acción que son las escuelas sus vivencias y realidades es un asunto apremiante.

También la enseñanza se pone de manifiesto cuando analizamos el valor añadido que tiene para el estudiante de bachillerato o nivel graduado la oportunidad de aplicar la teoría en espacios vivos. Una práctica en ambientes escolares que reúne un microcosmos de situaciones y vivencias entre estudiantes, maestros, directores, padres y personal escolar. La práctica permite que lo que hemos aprendido desde la teoría pueda, en este caso, implementarse en función de la necesidad real y el bienestar educativo.

Con relación al liderazgo, Sapientis lo ha acogido puntualizando en que capacitamos líderes educativos. Siendo nuestro proyecto medular la puesta en práctica de las dimensiones didácticas, estratégicas y comunitarias emergentes del liderato de los directores, maestros, padres y estudiantes reconocemos que es necesario que toda la comunidad educativa sea líder a favor de la calidad en la educación. Distinguimos la definición de calidad bajo los postulados de la UNICEF y se identifican cuando: hay acceso a la educación, participación y promoción; se potencian los recursos económicos y humanos; se logran resultados en la enseñanza y el aprendizaje; hay una buena planificación educativa.

Nuestra última función esencial es el desarrollo y la organización la reconoce en la medida en que potenciamos las competencias en las comunidades educativas. Sapientis busca llevar a las comunidades y sujetos participantes los conocimientos, habilidades y capacidades sobre liderazgo educativo. Las comunidades deberán ser capaces de organizarse mejor, establecer planes de acción articulados desde una visión compartida, ser ágiles en sus tomas de decisiones y aprender a conocer a su población por medio de lo que les ilustran sus estadísticas. Además, a movilizar a sus poblaciones y apoderarse de la causa de lograr una educación de calidad estableciendo altas expectativas. Igualmente, Sapientis también considera el desarrollo como función esencial institucional y ambiciona aportar al desarrollo económico logrando elevar la escolaridad basada en una educación de calidad.

El tercer sector como catalizador de una transformación educativa

Las organizaciones del tercer sector dedicadas a temas educativos tenemos el reto de medir. La investigación se perfila como un asunto crucial para estudiar nuestro impacto y probar nuestras aportaciones. Uno de los aspectos que sugerimos consideren otras organizaciones es la puesta en marcha de laboratorios estudiantiles universitarios aliados a la academia para ofrecer oportunidades de desarrollar destrezas y ampliar el conocimiento en los estudiantes universitarios. También, estas oportunidades inciden en lograr que el estudiantado al graduarse pueda estar altamente preparado (teoría y práctica) para asumir una responsabilidad laboral de excelencia. Asimismo, para considerar otras alternativas de trabajo como lo es la creación de firmas de consultoría y proyectos de emprendimiento social que permiten ampliar la movilidad social y el flujo de capital, mejorar los índices de empleabilidad y activar la innovación.

En fin, repensar la educación desde una óptica más integral que, meramente la especialización profesional. Esto porque desde las comunidades educativas se debe aspirar a obtener ciudadanos capaces de soñar y lograr sus metas abonando al bienestar social. Puede que los laboratorios estudiantiles universitarios se conviertan en alternativas para minimizar la fuga de talento joven.

Entendemos que el compromiso con la calidad en la educación es de todos y no meramente de una agencia gubernamental o de las directrices asumidas en los procesos legislativos o ejecutivos. Hay mucha necesidad de ejecutar investigación en los temas culturales, comunitarios, sobre educación informal y en las bellas artes, entre otros. Los laboratorios estudiantiles universitarios merecen un espacio en la planificación de las organizaciones sin fines de lucro y sugerimos darnos a la tarea de luego de establecerlos medir su impacto, establecer un inventario de sus mejores prácticas y orientarlas al servicio de lo que necesita el país. De esta forma, la investigación se convierte en una herramienta no solo de producción de conocimiento sino también de transformación.

* Mariely Rivera Hernández es directora ejecutiva de Sapientis, una organización sin fines de lucro, dedicada a fomentar el liderazgo educativo en las comunidades escolares.