MADRID (AP) — Trabajadores de la Unión Europea se unieron el miércoles en una protesta global contra el desempleo y las políticas de recortes en una jornada de manifestaciones y huelgas que barrieron el continente.

Las marchas más importantes se celebraron en el sur de Europa, mientras que los países del norte como Dinamarca y Alemania, cuya situación económica es mucho más holgada, apenas registraron mínimas concentraciones.

España se convirtió en protagonista con la convocatoria de la segunda huelga general contra el gobierno conservador en menos de un año.

En Madrid, columnas de piquetes cortaron algunas avenidas céntricas y se registraron pequeñas refriegas con agentes de policía, en las que 30 personas resultaron con heridas leves. La policía detuvo a 80 personas y decomisó un pequeño artefacto explosivo de fabricación casera, dijo el Ministerio del Interior.

Pero al igual que en el paro del 29 de marzo, el seguimiento fue muy desigual. Sectores industriales como plantas automovilísticas amanecieron paralizados, mientras que la incidencia en el transporte fue alta en ciudades como Madrid o Barcelona y baja en otras capitales. La huelga fue casi imperceptible en servicios y comercios, que optaron mayoritariamente por abrir sus puertas.

Los sindicatos convocantes de izquierda cifraron el seguimiento en una media de 70%, mientras que el gobierno consideró que el paro tuvo un impacto escaso. El termómetro más objetivo que suele usarse en estos casos indicó un descenso de 12% en el consumo eléctrico con respecto al gasto de una jornada laborable normal, según Red Eléctrica Española.

Se trata de un descenso menor en relación al 16% del 29 de marzo y muy inferior si se compara con las huelgas de 2010 y 2002.

España registra un desempleo de 25% y los sindicatos insisten en que el gobierno debería convocar un referéndum sobre las políticas de recortes, que han incluido drásticos tijeretazos al gasto público en áreas como sanidad y educación y fuertes subidas de impuestos.

Países como Portugal, Italia, Bélgica y Grecia acompañaron a España en la jornada de protesta con marchas y paros parciales en algunos sectores.

La crisis de deuda soberana que afecta a los 17 países que comparten al euro desde hace tres años ha provocado una ola de recortes y subas de impuestos que han golpeado el estado de bienestar europeo.

La tasa de desempleo de la eurozona es de 11.6%, llegando a casos extremos de 25% en España y Grecia.

También hubo concentraciones, aunque menores, en países del norte como Alemania, que hasta el momento han capeado la crisis con solvencia y siguen creciendo económicamente.

Europa tiene una larga tradición sindical que se considera decisiva en el mantenimiento de una seguridad social universal, los subsidios por desempleo y las pensiones.