Por Luisa García Pelatti
“No creo que haya que salvar la liquidez del Banco Gubernamental de Fomento (BGF). Hay que considerar seriamente si liquidarlo vale la pena. Si ayudaría a resolver el problema”, comentó Carlos Colón de Armas, catedrático de finanzas, en la Escuela Graduada de Administración de Empresas del Recinto de Río Piedras, durante un evento organizado por el Colegio de Contadores Públicos Autorizados (CPA) celebrado la semana pasada.
Colón de Armas, que fue vicepresidente ejecutivo del BGF entre 1999 y 2000, señaló que el BGF y la Autoridad de Carreteras son herramientas económicas y que hay que analizar si liquidar el BGF puede aportar a resolver la crisis fiscal.
“El BGF se supone que tenga la función de agente fiscal y controlar el gasto, pero ha sido el vehículo del despilfarro”, dijo Colón de Armas. “Si las agencias del Gobierno que no tienen ingreso no hubiesen tenido al BGF, no hubieran podido gastar el dinero en exceso que gastaron”.
Mencionó que nos “aterran” con la necesidad de salvar el BGF. “En lugar de enfocarnos en salvar al banco lo primero que tenemos que estar haciendo es ver si podemos liquidar al BGF y comenzar a reducir la deuda”.
“Cada dólar que usamos para darle liquidez al banco es un dólar que se va para EE.UU. y no se queda en Puerto Rico mejorando la economía”.
Por otro lado, Colón de Armas considera que es necesario enfocarse en lograr que la economía crezca “de forma vertiginosa”.
Apoya que se aumente el impuesto al consumo y defiende que debe eliminarse por completo la contribución sobre ingresos, pero antes el gobierno debe reestructurarse.
Señala que el Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU) es lo mismo que el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). “La misma tasa del IVU levanta los mismos recaudos del IVA. Los demás son detalles de implantación. Pero en un momento de incertidumbre, lo menos que quieres es traer cosas nuevas y complejidad. Yo aumentaría ese impuesto (el IVU) y no traería algo nuevo”.
Colón de Armas defiende que las medidas que se tomen se hagan por consenso “y con los principales partidos políticos sentados a la mesa”.