Por Luisa García Pelatti

La actividad económica se ha estabilizado en el 2019, después de un año de rebote tras el huracán María (septiembre, 2017). Es el diagnóstico que Ignacio Alvarez, presidente de Banco popular, presentó a los analistas en una conferencia telefónica ayer para hablar de los resultados del tercer trimestre. Sin embargo, en una reunión con periodistas, lamentó que el gobierno y la Junta de Control Fiscal se hayan enfocado exclusivamente en medidas de austeridad y no hayan aprobado reformas estructurales.

El banquero mencionó la caída de la tasa de desempleo, el crecimiento del empleo en el sector privado, los buenos resultados en las ventas de autos y el crecimiento de las ventas de cemento tras el huracán, aunque recientemente disminuyen.

Los datos internos del banco también muestran signos positivos. Las compras de los clientes con tarjetas de crédito y débito crecieron 4% en el tercer trimestre cuando se compara con el mismo periodo del 2018 y 2% si se comparan los primeros nueve meses de este año y el año pasado.

Las originaciones de préstamos hipotecarios disminuyeron 3% respecto al trimestre previo, pero en los primeros nueve meses del año estuvieron 2% por encima del mismo periodo del 2018. El número de clientes de Popular aumentó en 12,000 en el trimestre y 37,000 desde diciembre de 2018.

La “sustentabilidad y el ritmo” de recuperación de la economía dependerán, dice Alvarez, en gran medida de la magnitud y el momento en que lleguen los fondos federales de recuperación. “El desembolso de los fondos ha sido más lento de lo que muchos esperaban o anticipaban. Este retraso está relacionado con las preocupaciones con respecto a la adecuada supervisión local de los fondos federales y la incertidumbre política que experimentamos durante el verano. Es difícil predecir si este mayor escrutinio afectará en última instancia la cantidad de los reembolsos federales recibidos. Sin embargo, seguimos creyendo que estas tendencias serán significativas y tendrán un impacto muy positivo en la economía local”.

No obstante, el banquero subrayó que “hemos visto muy pocos cambios estructurales a la economía. El ambiente de negocios en Puerto Rico no compara con muchos de los sitios con los que competimos en el mundo: Irlanda, Singapur o Costa Rica”.

“Ha habido recorte en gastos. Ha habido austeridad, pero eso no son cambios estructurales”, sostiene Alvarez.