Por Luisa García Pelatti

Los huracanes Irma y María deberían haber recibido una respuesta proporcional a su tamaño, magnitud e impacto, pero los indicadores económicos más recientes parecen sugerir que la respuesta se ha quedado por debajo de las expectativas y las necesidades, según un análisis realizado por la firma de consultoría V2A un año y medio después del paso de los huracanes.

La economía tardó nueve meses en recuperar los niveles previos a los huracanes Irma y María (septiembre de 2017), un periodo de recuperación superior al observado durante los huracanes Hugo (septiembre de 1989), Hortense (septiembre de 1996) y Georges (septiembre de 1998), cuando la recuperación era visible tres meses después.

Sin embargo, en esta ocasión, hay un aspecto preocupante: a partir de agosto de 2018 la economía refleja de nuevo una contracción. El dato más recientes del Indice de Actividad Económica es de diciembre y, en contra de los que venía siendo habitual, el Gobierno no ha publicado más información de este indicador mensual para el periodo de enero, febrero y marzo.

Si se materializa la llegada de fondos para la recuperación que se contempla en el Plan Fiscal presentado por el Gobierno en marzo, y se producen las reformas contempladas, la economía crecerá 4.1%, 3.8%, 1.5%, 3.5% y 1.5%, respectivamente, desde el año fiscal 2019 hasta el 2023, no obstante, a partir del 2024 se prevé un estancamiento.

A juicio de V2A, el ritmo de desembolso de los fondos de recuperación ha sido lento y, por lo tanto, el impacto en la economía ha sido limitado. Además, como es habitual en los esfuerzos posteriores al desastre, han sido empresas no locales, en este caso la mayoría contratistas de Estados Unidos, los que se han beneficiado de la llegada de fondos para la recuperación y reconstrucción, mientras que los contratistas locales han recibido una pequeña fracción de los contratos.

Está claro que en el corto y mediano plazo seguirán llegando más fondos para recuperación, pero se mantiene la incertidumbre sobre el impacto a más largo plazo de esos fondos en la comportamiento de la economía.