Por redacción de Sin Comillas

Por segundo año consecutivo, empleados voluntarios de FirstBank demostraron su compromiso comunitario organizando una recolecta de materiales del hogar para repartirlos entre 30 familias residentes de las comunidades Parcelas Viejas, Parcelas Nuevas, Verde Par y Villa Palmira de Punta Santiago en Humacao, identificadas por el Proyecto P.E.C.E.S. por la situación precaria que aún enfrentan tras el paso del huracán María el pasado año.

“Parte del DNA de FirstBank es el apoyo y la ayuda a la comunidad. A través del Programa de Voluntariado SOY FirstBank, nuestros empleados han dedicado aproximadamente 3,000 horas de asistencia a la comunidad este año. En esta ocasión, entregamos a cada familia ropa de cama, toallas, repelentes, pañales, cortinas, utensilios de cocina, estufas de gas portátiles, cajas de agua embotellada, entre muchos otros materiales para el hogar”, expresó Aida García, primera vicepresidenta de Recursos Humanos de FirstBank. “En cada rostro había una historia, Ivette en su silla de rueda llorando de alegría y agradecimiento; Francisco de 89 años con tanto ánimo y una conversación afable destilando felicidad; y don Guadalupe con 104 años que nos abrió las puertas de su hogar y nos mostró su sonrisa al decirnos que aún le gusta pescar”, añadió García.

“A nombre de nuestra comunidad apreciamos la generosidad del equipo de FirstBank, quienes además de traernos artículos necesarios, recargaron a nuestra gente de alegría y esperanza. Es a través de alianzas como esta que seguimos fortaleciendo el país y logrando una recuperación desde la solidaridad”, comentó José Javier Oquendo, presidente y principal oficial ejecutivo de P.E.C.E.S.

La labor voluntaria de sobre 20 empleados de FirstBank incluyó la clasificación, empaque y distribución de los materiales entregados. “Visitar Punta Santiago fue una experiencia maravillosa y enriquecedora, poder dar de lo que tenemos y más. Dar ese abrazo, escuchar las anécdotas de sus residentes y ver esa alegría en su rostro aún con toda la necesidad que tienen. Salí de la comunidad con fuerzas renovadas para seguir ayudando a Puerto Rico”, concluyó la empleada voluntaria Sadinel Pacheco del departamento de Autos.