Por redacción de Sin Comillas

El Fondo Monetario Internacional (FMI), que celebra estos días su asamblea general en Bali (Indonesia), presentó en su Informe de Perspectivas Mundiales las proyecciones para la economía de Puerto Rico incluyen descensos de 1.1% en el 2019 y 0.8% en el 2020. Estos resultados son más pesimistas que las perspectivas del Plan Fiscal certificado por la Junta de Control Fiscal, que plantea un crecimiento de 4.0% para el año fiscal 2019 y de 2.4% en el 2020. El desempleo se elevará hasta 11%.

Las diferencias están en las metodologías utilizadas, explica el FMI. Las proyecciones del FMI se hacen sobre la base contable de valores devengados (“accrual basis”), mientras que las proyecciones de la Junta utiliza una base contable de efectivo. Los supuestos macroeconómicos también son diferentes y las proyecciones del FMI son para año calendario, mientras que las de la Junta son para años fiscales.

Se desacelera la economía mundial

El FMI ha recortado en dos décimas la estimación de crecimiento mundial hasta 3.7% tanto este año como el que viene, frente al 3.9% calculado en julio.

La desaceleración se explica especialmente por la incertidumbre que viven los países emergentes, de los que el FMI estima ahora que crecerán un 4.7% en 2018 y 2019, por debajo del 4.9% y el 5.2%, respectivamente, que se había previsto hace tres meses. Pero los mercados avanzados también verán reducido su impulso al 2.1% el año que viene ante la incertidumbre generada por la guerra comercial iniciada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El endurecimiento de las condiciones financieras derivado del proceso de subida de los tipos de interés determinará también el desarrollo internacional.

“La agenda comercial refleja cuestiones políticas, y la política permanece sin resolución en varios países, lo que aumenta los riesgos aún más”, dijo Maurice Obstfeld, economista jefe del FMI.

El FMI prevé que la economía de Estados Unidos crecerá 2.9% este año gracias a la reforma fiscal auspiciada por la Casa Blanca. El Fondo ha recortado al 2.5% las proyecciones de crecimiento en 2019, por debajo del 2.7% anticipado en julio.

En Latinoamérica se prevé un crecimiento de 1.2% en 2018 y 2.2% en 2019, por debajo del 1.6% y el 2.6%, respectivamente de julio. La caída se explica, sobre todo, por Brasil y por Argentina.

El aumento de las barreras comerciales, el endurecimiento de las condiciones financieras, y posibles incertidumbres políticas generadas en Estados Unidos, junto con una inflación inesperadamente más alta, son los principales factores que el Fondo identifica como potenciales frenos al crecimiento a corto plazo.