Por Luisa García Pelatti

El 2018 terminó con el nivel de empleo más bajo desde 1991, según la Encuesta de Empleo Asalariado No Agrícola del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos. Las 851,108 personas que estuvieron empleadas son 20,783 menos (-2.4%) que en el 2017, cuando se había perdido otros 21,300 empleos. Los datos se han visto afectados por la emigración que se produjo tras el huracán María, que reduce una población que ya venía cayendo.

El empleo ha estado cayendo de forma ininterrumpida desde hace seis años. En los últimos 13 años, el empleo sólo ha aumentado una vez, en el 2012. En 10 años se han perdido 162,817 empleos.

Aunque el empleo se ha ido recuperando tras la caída experimentada con la llegada del huracán María, en septiembre de 2017, todavía no se alcanzan los niveles de empleo previos a esa fecha.

El empleo se redujo en todos los sectores excepto Recreación y Alojamiento, que logró crecer apenas un 0.1%. El empleo disminuyó en el Gobierno (-4.0%), Servicios Educativos y de Salud (-3.5%), Construcción (-3.0%), Información (-2.5%), Manufactura (-1.9%), Comercio (-1.8%), Servicios Profesionales y Comerciales (-1.6%), Finanzas (-0.8%)

Por otro lado, la Encuesta del Grupo Trabajador indica que el empleo aumentó 0.9% en el 2018, lo que se traduce en 8,700 empleos más que en el 2017. Es el tercer aumento en los últimos cuatro años. El empleo había disminuido 0.4% en el 2017.

La tasa de desempleo promedio en el 2018 cayó a 9.2%, el nivel más bajo desde que se comenzó a medir en 1947.

La Población Civil –las personas de 16 años o más capaces de trabajar– disminuyó en 89,000 personas entre 2017 y 2018 y ha estado cayendo durante los últimos siete años. Esta reducción afecta el resto de las estadísticas laborales porque la población civil es el denominador en la fórmula para calcular la tasa de empleo –una medida que nos dice qué proporción de la población que podría estar disponible para trabajar está efectivamente trabajando– y la tasa de participación. Por lo tanto, el aumento de la tasa de empleo (de 35.8% en el 2017 a 36.7% en el 2018) y de la tasa de participación (de 40.1% a 40.5%) no necesariamente responderían a un mercado laboral más robusto.

El número de personas desempleadas cayó de 120,000 en el 2017 a 101,000 en el 2018, un número que no se había visto en 44 años.

¿Por qué los datos son diferentes en las dos encuestas?

El Departamento del Trabajo explica que la información para la Encuesta de Grupo Trabajador se obtiene a través de visitas a una muestra de hogares, mientras que la de Empleo Asalariado No Agrícola se obtiene directamente de las nóminas de establecimientos industriales. La primera cubre personas en todo tipo de empleo asalariado, empleo por cuenta propia y familiares sin paga. Sin embargo, la segunda considera únicamente los empleados en las nóminas de establecimientos no agrícolas.

En la Encuesta de Grupo Trabajador una persona se cuenta una sola vez, independiente al número de trabajos que tenga, no así en la de Empleo Asalariado No Agrícola donde puede ser contado en los establecimientos en que trabaje. La primera estudia el empleo de las personas de 16 años y más dentro de la población civil no institucional. En la segunda, pueden ser contados militares que estén empleados civilmente.

El consenso entre los economistas es que hay que usar la encuesta de establecimientos (Encuesta de Empleo Asalariado No Agrícola) para medir el comportamiento del empleo, porque esta encuesta permite saber en qué sectores aumenta el empleo. La otra encuesta, la de Grupo Trabajador, o conocida también como encuesta de vivienda, se utiliza para generar estadísticas como la tasa de desempleo, tasa de participación y desempleo.