Por Luisa García Pelatti

Durante los meses de confinamiento para evitar la transmisión del COVID-19 el número de hipotecas ejecutadas se redujo al mínimo. En abril se ejecutaron cuatro propiedades y dos en mayo. Lo habitual es que se ejecuten unas 300 viviendas cada mes, según datos de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras (OCIF).

Además, en mayo había 12,411 hipotecas en proceso de ejecución, 8.5% menos que en el mismo mes del año pasado. Las viviendas en proceso de ejecución disminuyeron en los meses de marzo, abril y mayo, situándose por debajo de las 13,000 mensuales por primera vez en 11 meses.

Por otro lado, en mayo existían 6,419 hipotecas en proceso de quiebra, 548 menos cuando se comparan con el mes de mayo de 2019.

En el 2019, se ejecutaron 4,084 hipotecas, un 30.3% más que en el año 2018, el primer aumento en los últimos tres años. Las ejecuciones se habían reducido en 2017 y 2018 debido a las moratorias que se pusieron en vigor después del paso del huracán María (septiembre de 2017). Las ejecuciones de viviendas había alcanzado un nivel récord de 5,554 en 2016.