Por redacción de Sin Comillas

El Congreso de Estados Unidos aprobó este martes un proyecto de ley que suaviza la ley Dodd-Frank, la reforma financiera impulsada por el Gobierno de Barack Obama tras la crisis de 2008.

La ley Dodd-Frank reforzaba las exigencias de capital de respaldo a los bancos, les obligaba a llevar a cabo test de resistencia anuales para mostrar su fortaleza y prohibía a las entidades financieras dedicarse a actividades de alto riesgo con el dinero de sus clientes. 

Uno de los cambios eleva de $50,000 millones a $250,000 millones en activos el umbral bajo el que se considera a los bancos “demasiado grandes para quebrar”, lo que exime a un buen número de entidades financieras de normas ideadas para proteger al contribuyente.

Los bancos extranjeros con capital en Estados Unidos seguirán sometidos a la supervisión de la ley Dodd-Frank si sus activos globales superan los $250,000 millones, independientemente del monto de su inversión en territorio estadounidense.