Por redacción de Sin Comillas

La guerra comercial emprendida por Donald Trump, presidente de Estados Unidos, para reequilibrar la balanza comercial del país no está teniendo los resultados previstos. El déficit de bienes y servicios se disparó un 12% en 2018, hasta $621,000 millones, la cifra más alto en 10 años.

La razón hay que buscarla en una mayor liquidez de los consumidores tras la reducción de impuestos aplicada por Trump. El crecimiento de la riqueza del país ha propiciado la subida del dólar, lo que beneficia a las importaciones frente a las exportaciones.

El gobierno de Estados Unidos lleva algo más de un año imponiendo tarifas a las importaciones para cuadrar las cifras, lo que ha abierto la mayor guerra comercial de la historia. El principal destino de los aranceles es China, en una pugna que ha mantenido en vilo a los mercados durante meses con gravámenes cruzados que han penalizado a ambos países y, por extensión, al resto del mundo. Las dos primeras economías del mundo llevan semanas inmersas en las negociaciones para poner fin las discrepancias. El acuerdo se espera para finales de mes.