Por redacción de Sin Comillas

La Asociación de Productores de Energía Renovable (APER) defendió las renegociaciones para los acuerdos de compra y operación de energía renovable (PPOA, por sus siglas en inglés) de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) y destacó que “un nuevo atraso por parte de la Junta de Control Fiscal en la aprobación de los contratos envía un mensaje nefasto que deteriora aun más la imagen y el entorno empresarial de la Isla”.

Según el director ejecutivo de la APER, Julián Herencia, la determinación de la Junta “viene acompañada de un análisis a prima fascia defectuoso y viciado porque limita el análisis a una fracción de la vida útil de los proyectos en vez de considerar su duración total. Estas determinaciones son sumamente decepcionantes a la vez que la JSF conocía los parámetros de la renegociación de los contratos e, incluso, participaron en varias reuniones donde emitieron opiniones que influyeron en el proceso”.

“Este nuevo retraso proyecta, una vez más, la imagen de que Puerto Rico no está cumpliendo con sus obligaciones contractuales. La opinión que emite la JSF en torno a la renegociación de estos contratos; ignora la ley actual “Ley de Política Pública Energética de PR” aprobada en el 2019. Se supone que estos contratos formen parte de los primeros pasos en la transformación. Su postura afecta de manera adversa la continuidad del proceso de reestructuración”, sentenció el director ejecutivo.

La reacción de APER surge a raíz de una misiva enviada a la AEE por parte de la directora ejecutiva de la Junta, Natalie Jaresko, en la cual se alega que los 16 contratos renegociados no son consistentes con el plan fiscal de la AEE en términos de la reducción total de precios de energía al detal. Esto, mientras la Junta no consideró todos los parámetros necesarios para hacer este tipo de evaluación.

“La Junta había expresado su apoyo a los proyectos que tuvieran tarifas por debajo de los 10 centavos. También había indicado que la AEE debía permitir que otros proyectos más allá de los 16 tuviesen una oportunidad justa de negociar antes de descartarlos; no obstante, ahora establecen que debería de haber un límite de 150Mw. ¿A qué se deben estos cambios dramáticos de postura?”, cuestionó el director ejecutivo.

“La construcción de estas instalaciones renovables no impide futuros desarrollos; por el contrario, los apoya. El costo de no hacer nada puede ser grave y el tiempo corre. Requerimos del apoyo de la JSF en beneficio de la gente de Puerto Rico, no en su detrimento”, añadió.

APER explicó que no tiene sentido posponer la inversión en soluciones tecnológicas, debido a que eliminaría los beneficios actuales, pensando en posibles ahorros ínfimos y eficiencias en un futuro. “Si esta acción fuese una tendencia razonable, nadie compraría un teléfono inteligente o una computadora”, amplió.  “Hay que movilizar la innovación.  Los planes solo tienen valor cuando la ejecución los acompaña.  ¿Cuánto tiempo vamos a seguir esperando para actuar?”.