Por Luisa García Pelatti

El Banco Gubernamental de Fomento (BGF) y el Banco de Desarrollo Económico (BDE) se deben fusionar en un nuevo Banco de Desarrollo e Innovación (BDI), que debe operar como un banco de desarrollo, es decir, que financie proyectos y actividades que se consideran necesarias para el desarrollo económico y que no puedan obtener financiamiento privado.

Esa es la recomendación que hizo la firma Estudios Técnicos, Inc. a la solicitud de las entidades, según explica en su revista Perspectivas.

La firma analizó las experiencias con bancos de desarrollo en diversos países y estados de los Estados Unidos y llegó a la conclusión de que “Puerto Rico necesita una entidad que actúe como un verdadero banco de desarrollo, enfocado precisamente en viabilizar proyectos clave para la reconstrucción de su economía”.

La nueva entidad debe cumplir con dos condiciones: un banco de desarrollo no debe competir con la banca privada y debe ser sostenible. Actualmente, el BGF no es viable. El BDE es viable, pero tiene limitadas sus funciones para apoyar el desarrollo, señala Estudios Técnicos.

Recomienda que el BDI debe operar con una junta de gobierno formada por representantes de sectores de la economía directamente relacionados al tema del desarrollo, del sector privado y un miembro del gobierno. La nueva entidad deben dejar claramente establecida su independencia de las estructuras políticas y debe ser auto-sostenible.

La Autoridad para las Alianzas Público Privadas se convertiría en una subsidiaria del BDI. Se sugirió, además, que se cree una Autoridad para el Financiamiento Público que sustituya a la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (AAFAF) e incorpore funciones de manejo fiscal en otras agencias, como las que lleva a cabo la Oficina del Comisionado de Asuntos Municipales (OCAM) con respecto a los municipios. Los servicios bancarios que realizaba el BGF se pasarían a la banca comercial y mantendría el financiamiento de los municipios.

Se identificaron varias medidas para financiar la operación, que incluyen acuerdos colaborativos con la banca comercial, la emisión de acciones preferidas, la venta de préstamos, acceder a fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (posible bajo determinadas condiciones), asignarle los ingresos adicionales que surjan de las leyes 20 y 22 de 2016 en adelante, y varios otros.

“El resultado de las recomendaciones hechas será una entidad que fortalezca al BDE y lo convierta en una entidad más enfocada en financiar actividades clave para el desarrollo que no son financiables por la banca comercial. Obviamente, el proceso de crear la entidad requerirá un proceso de transición complicado que incluye la liquidación del BGF con todo lo que eso implica”, destaca la firma de consultoría.