Las pensiones alimentarias que regula la Administración para el Sustento de Menores (ASUME) deben ser ajustadas de acuerdo a la inflación, recomienda la profesora de economía Alicia Rodríguez Castro, que, por otro lado, reclama que se haga público el modelo que se ha utilizado para diseñar las nuevas guías de pensiones. Castro –quien participó la revisión de las guías en el 2004– hizo estas declaraciones durante su participación en el programa “Es la economía, estúpido”, de Bonita Radio.

La revisión del 2004 se hizo sobre el estudio inicial de pensiones de ASUME, realizado en el período 1982-83. Ese estudio recomendaba que se hicieran ajustes en las pensiones cada tres años para tomar en cuenta el costo de vida o cuando el ajuste fuera mayor al 10%. Han pasado siete años sin hacer ajustes.

Se ha dicho que los cambios en las guías de las pensiones que se llevan a cabo en la actualidad se hacen como resultado de la crisis económica. Rodríguez Castro asegura que esa no es razón para hacer el ajuste, porque “la crisis económica afecta a todos, independientemente de quién tenga al niño” y porque el costo de crianza también aumenta.

“La crisis económica afecta tanto al padre no custodio como a la figura custodia, por eso me llama la atención que se haga un ajuste atemperado a la crisis económica”, señaló la economista, que cuestiona que no se haya hecho público el modelo que se ha utilizado para estimar las pensiones.

Rodríguez Castro quiso aclarar algunos errores comunes cuando se habla de pensiones a menores. Se dice que las pensiones no incluyen el ingreso de la madre y eso no es correcto, explicó. “Se toma en consideración el ingreso de la madres y si no trabaja se le imputa un ingreso en términos del salario mínimo”.

Por otro lado, quiso aclara que en el cálculo de la pensión básica se toman en cuenta los gastos de transporte, educación, vivienda y salud, entre otros gastos. Pero también hay una pensión suplementaria cuando existen gastos extraordinarios, como pueden ser aquellos gastos que no están cubiertos por un plan médico o los gastos de vivienda adicionales a la hipoteca y el alquiler.

En el cálculo de las pensiones hay siempre un componente básico y sólo en algunos casos se incluye una pensión suplementaria.

Ha habido mucha confusión y poca información sobre los cambios que se van a hacer a las pensiones. En medio de esa confusión desde el Departamento de la Familia se alertaba sobre el empobrecimiento de los que reciben las pensiones.

“Tenemos que recordar que las pensiones se desarrollan en función de los intereses del menor”, señala la profesora de economía de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.

“Habrá padres que hagan un mal uso de las pensiones, pero las leyes no se pueden ajustar a excepciones”, apuntó.

Del estudio que se hizo en el 2004, se deprendió que las pensiones suplementarias para las familias de bajos ingresos estaban muy subestimadas. El costo era mucho mayor del que la pensión. Sin embargo, en el caso de las pensiones de personas con ingresos altos, estas cifras estaban sobreestimadas cuando había muchos niños.

Rodríguez Castro también quiso explicar otro asunto que se entiende bien: la reserva de ingreso para el padre no custodio: es como mínimo de $515.

La pensión no es para que el padre custodio tenga una vida más cómoda, es a beneficio del menor, comenta la economista.

Aclara que en la ley ya existe la posibilidad de modificar las pensiones si el padre no custodio se queda desempleado y sufre un recorte en su salario.

De lo que se trata con las pensiones es de que el menor tenga un gastos similar al que tendría si sus padres vivieran juntos