Por Luisa García Pelatti

La rentabilidad de la banca se disparó en el 2018 hasta 14.03%, un nivel de rentabilidad extraordinario para un mercado como el puertorriqueño, que todavía se encuentra inmerso en una crisis económica y fiscal y que se está recuperando del paso del huracán María. La rentabilidad volvió a crecer hasta 14.9% en el primer trimestre de este año. Entre 2015 y 2017, la rentabilidad había fluctuado entre 3.3% y 5.7%.

¿A qué se debe esta alta rentabilidad? Un análisis de la firma Vision to Action (V2A) indica que los buenos resultados responden a un mejor margen financiero, el incremento de otros ingresos, como comisiones y tarifas de productos y servicios, y menos provisiones por préstamos. Por otro lado, la contención de los gastos operacionales, particularmente los gastos operacionales no relacionados a salarios y beneficios de la banca, ha sido un factor muy importante en la mejora de la rentabilidad de la banca.

El análisis compara los datos de Return on Equity (ROE) en el primer trimestre de 2019 con 2016. No se utiliza el 2017 porque fue “un año inusual en el que los bancos tuvieron que aumentar sustancialmente su reserva por impagos a raíz del paso del huracán María. Un análisis contra el año 2017 nos hubiera mostrado una mejora artificialmente grande por el menor gasto de provisión por impagos”, explica la firma.

Los bancos mejoraron su margen financiero, la diferencia entre ingresos de intereses y gastos de intereses (principalmente lo que se paga por los depósitos). Los ingresos de intereses sobre cartera de crédito + inversiones aumentaron 30 puntos base, de 5.55% a 5.85%, mientras los gastos de intereses aumentaron 7 puntos base, de 0.65% a 0.72%. Esto provocó una mejora de 1.13 puntos porcentuales en el ROE antes de impuestos.

“Esta evolución muestra la capacidad de los bancos por trasladar los aumentos en las tasas de referencia a su cartera de crédito (sobre todo a través de carteras de tasas variables) y mantener bajo control el precio de los depósitos”, señala la firma.

El segundo factor que ha permitido mejorar la rentabilidad tiene que ver con “otros ingresos”. El aumento en otros ingresos representó un aumento en ROE antes de impuestos de 1.88 puntos porcentuales en el periodo.
El tercer elemento impulsando la rentabilidad de la banca fue la reducción en el gasto de provisión de préstamos, que generó un aumento de 2.42 puntos porcentuales en ROE antes de impuestos.

“Esta mejora es el reflejo del trabajo de la banca por limpiar sus carteras a través de esfuerzos de renegociación de las condiciones de los préstamos de clientes en mora, de políticas de originación de crédito más estrictas y de la venta de portafolios de préstamos ‘tóxicos”, apunta V2A.

El último elemento ha sido el mayor nivel de apalancamiento financiero de algunos bancos que han visto cómo sus activos comenzaban a recuperarse sin la necesidad de aportar más capital. Banco Popular, Oriental Bank y FirstBank han logrado combinar rentabilidad de doble dígito con crecimiento de la cartera de crédito. Popular lo ha logrado mediante la compra de Reliable Auto. Los otros dos a través de crecimiento orgánico.

Por su parte, Banco Santander y Scotiabank han mantenido rentabilidad positiva en el primer trimestre del 2019, pero están viendo disminuir su cartera de crédito, “lo cual nos indica el menor apetito por crecer en el mercado de Puerto Rico. En el caso de Scotiabank, se ha visto particularmente impactado por su dependencia de la cartera hipotecaria que representa alrededor del 60% de toda su cartera y del lento movimiento del mercado inmobiliario”.

V2A opina que la rentabilidad de la banca podría aumentar todavía más si logra mantener o ampliar el margen de intereses y continúa la favorable tendencia en calidad de activos. Debido a que ya no existen tantas oportunidades de crecimiento inorgánico, las opciones de crecimiento de los bancos locales son buscar oportunidades fuera de Puerto Rico, un nueva consolidación o que se produzca un crecimiento económico, impulsado por la llegada de fondos federales.