Por Luisa García Pelatti

¿A cuánto ascienden los incentivos que ofrece el Gobierno a las empresas manufactureras? ¿Sabemos cuántos empleos generan? ¿Los beneficios que generan son mayores que los costos?

Las respuestas a algunas de estas preguntas están contenidas en un estudio de la Compañía de Fomento Industrial, realizado en el 2015 y al que ha tenido acceso SIN COMILLAS.

El costo total de los incentivos económicos y contributivos fue de $6,805 millones. La cifra incluye los incentivos directos en dinero más los impuestos dejados de devengar por el erario.

Los beneficios económicos y contributivos totales generados por las corporaciones exentas para el año fiscal 2014 –excluyendo el arbitrio bajo la Ley 154– ascendieron a $15,848 millones. Por lo que el beneficio neto, la diferencia entre costo total y beneficio total, fue de $9,042 millones para dicho año fiscal, si no se consideran los recaudos bajo el arbitrio de la Ley 154.

Cuando se incluyen los recaudos generados por el arbitrio bajo la Ley 154, los beneficios económicos y contributivos totales generados por las corporaciones exentas aumentan a $17,750 millones. Por lo tanto, el beneficio neto –la diferencia entre costo total y beneficio total incluyendo el arbitrio bajo la Ley 154– fue de $10,944 millones, estima el estudio.

Los impuestos que pagan las corporaciones exentas representan 62% de las contribuciones pagadas por todas las corporaciones (exentas o no exentas) en el año fiscal 2014. En el 2007, este porcentaje era 39.8%.

Las corporaciones exentas generaron 85,646 empleos directos en el año fiscal 2014, 122,182 empleos indirectos y 77,511 empleos inducidos. En total, son 285,339 empleos, que representan el 31% del empleo total.

“Entre las implicaciones que se desprenden del estudio realizado resalta que, debido a que los incentivos económicos y contributivos tienen un beneficio neto sumamente positivo para Puerto Rico, se debe proceder con suma cautela al considerar aumentos adicionales en los impuestos a las corporaciones exentas y reducciones en los programas de incentivos de PRIDCO”, señala el estudio, realizado por Jorge M. Auger Marchand y Gamaliel Pérez, de la división de planificación estratégica y económica de Compañía de Fomento Industrial.

José J. Iguina Goitía, que dirigía la división de Life Sciences de la Compañía de Fomento Industrial cuando se hizo el estudio, explica que atraer empresas, incluso con incentivos, es ahora “extremadamente difícil” por la crisis fiscal. “Desde hace más de un año se han paralizado todos los proyectos”. Las empresas temen que en cualquier momento pueda haber un cambio en los impuestos que pagan las corporaciones.

“Con la Ley 154 no hubo transparencia. Los cogieron por sorpresa y eso a nadie le gusta”, señaló Iguina Goitía. También ha afectado la eliminación de crédito para el pago del costo de electricidad.

Para promover la inversión, Auger Marchand hace una propuesta controversial: eliminar las contribuciones corporativas y subir el Impuesto sobre Ventas y Uso (IVU). Porque la economía de Puerto Rico “no responde a estímulos tradicionales”.