Ramoncito Ruiz

Por redacción de Sin Comillas

El café boricua ya tiene denominación de origen. La Ley 232 del 22 de diciembre de 2015 crea la denominación de “Café de Puerto Rico”, que implica que el café boricua llevará un sello que asegura la calidad del grano. La medida actualiza las disposiciones de la antigua Ley 60 que data de 1964, que queda derogada.

La nueva Ley 232 utiliza unos parámetros de calidad establecidos por el “Specialty Coffee Association of America”, para uniformarlos con  los estándares que se utilizan a nivel internacional. Concretamente, a partir del año 2019 podrá adquirir la denominación de origen todo el café que sea 100% cosechado en Puerto Rico, bajo la frase ‘Café de Puerto Rico’. Para que el grano de café tenga la denominación de origen 100% puertorriqueño, los granos no podrán tener más de 5 defectos en una muestra de 300 granos y el contenido de humedad debe estar entre 9% y 13% y sin granos verdes.

“Cuando el café sea mezclado con grano extranjero, deberá explicarse así mismo en la etiqueta, para diferenciarlo del café 100% puertorriqueño”, explicó José Orlando Fabre, ex Secretario de Agricultura y asesor de la Comisión senatorial. Fabre es uno de los pocos expertos catadores de café en Puerto Rico. Su trabajo consiste en determinar las cualidades y calidad de los granos que dan vida a la estimulante bebida.

Para asegurar que no exista confusión en el consumidor, los adjetivos como “de alta calidad”, “gourmet”, “fino”, “premium” y otros ya no podrán ser utilizados para describir el grano. Cualquier producto que esté en violación a la ley no podrá ser mercadeado en Puerto Rico y el mismo será embargado por el Departamento de Agricultura, quien es la agencia encargada de ejercer las disposiciones de la Ley, así como las multas. La nueva medida faculta además al Departamento de Estado a tramitar ante la Oficina Internacional de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) el registro de la denominación ‘Café de Puerto Rico’ y realizar las gestiones necesarias para cumplir con ese propósito.