Ejecuciones hipotecarias

Por Luisa García Pelatti

Los bancos ejecutaron 470 viviendas en el mes de abril, la cifra más alta en lo que va del año, y ya son 1,593 desde que comenzó el año. No obstante, el número de hipotecas en proceso de ejecución se redujo en junio por primera vez en casi dos años, según datos de la Oficina del Comisionado de Instituciones Financieras. La tasa de morosidad en las hipotecas cayó en junio a 13.37%, uno de las tasas más bajas después de que rozara el 18% en el 2012.

Las 470 viviendas reposeidas en abril están muy por encima del promedio mensual del año pasado, 372 viviendas ejecutadas al mes. Además, en junio, había 18,499 viviendas en proceso de ejecución. Sin embargo, esta es la cifra más baja desde septiembre de 2014 y por primera vez en dos años cae y se sitúa 2.4% por debajo de la del año anterior.

La tasa de morosidad de los préstamos hipotecarios ha estado reduciéndose en los últimos años después de que se situara por encima de 17% en el 2012. En el 2003, la tasa de morosidad estaba en 3%. El año 2015 terminó con una tasa de morosidad en hipotecas de 14.08%.

Por otro lado, en junio, había 10,586 viviendas en proceso de quiebra, una cifra que se ha reducido en comparación con las más de 13,000 del 2013.

Bancos

El año 2015 se alcanzó un nivel récord en el número de viviendas ejecutadas por los bancos por falta de pago, 4,459, 21.2% más que el año anterior. Este año esa récord puede superarse si se cumplen las previsiones de OCIF, que prevé que alcancen los 4,689 viviendas, un 5.2% más.

El valor de esas 4,459 viviendas reposeídas en el 2015 fue de $692 millones, un 22% más que en el 2014 y el valor de viviendas reposeídas más alto en los últimos ocho años. En el 2008, la cifra de viviendas reposeídas era casi la mitad, 2,357, con un valor de $267.8 millones.

Según algunas fuentes, el número de  hipotecas en etapa de ejecución (18,499) no incluye las hipotecas que compraron los fondos de inversión de Estados Unidos, lo que sugiere que la cifra podría ser mayor. Además, señalan que el proceso de ejecución es muy lento e ineficiente. Esa ineficiencia mantiene el número de ejecuciones por debajo del que debería estar si el sistema funcionara de forma efectiva.