Experto en la recuperación de Luisiana tras el huracán Katrina comparte en la isla sus experiencias

Por redacción de Sin Comillas

Volver al estatus quo previo al huracán María no será suficiente para Puerto Rico: será preciso generar un salto cualitativo que provoque la renovación y modernización de la infraestructura institucional y productiva de la isla.  Así lo advirtieron el Centro para una Nueva Economía (CNE) y un experto en reconstrucción post-desastres que se ha unido al CNE y a su Puerto Rico Recovery Fund, el fondo de asistencia y recuperación creado por el think tank para lidiar con la devastación causada por María en Puerto Rico.

“Las reglas de juego han cambiado,” dijo Miguel A. Soto Class, presidente y fundador de CNE. “Por eso, en CNE movilizamos rápidamente nuestros recursos, capacidades y redes tras el paso del huracán para crear un fondo que no solo proveyera ayuda humanitaria inmediata a los damnificados, sino que sirviera como plataforma de corto, mediano y largo plazo para impulsar esfuerzos de abogacía a favor de la isla en la capital federal y para repensar la reconstrucción económica de Puerto Rico enfatizando el concepto de ‘resiliencia’”. ‘Resiliencia’, a grandes rasgos, se refiere a la capacidad de una sociedad de recuperarse rápidamente tras un evento devastador.

Soto Class advirtió sin embargo que para Puerto Rico, convertirse en una sociedad “resiliente” ya no será suficiente. “La magnitud de la devastación y la profundidad del “shock” económico que ha ocasionado María obligan a la isla a articular un proceso de reconstrucción comprehensivo.  Puerto Rico tiene el enorme reto de buscar cómo impulsar un verdadero salto cualitativo, esto es, cómo crear una plataforma renovada de desarrollo que genere nuevas capacidades y que produzca oportunidades económicas y sociales que ni siquiera existían antes de María.”

Una de las primeras entidades en apoyar el esfuerzo de CNE en Puerto Rico fue la Fundación Baton Rouge de Luisiana, entidad que fue fundamental en el proceso de respuesta y ayuda a los damnificados del huracán Katrina en Nueva Orleans y los esfuerzos de recuperación en el sur del estado. La entidad entregó un donativo de $100,000 al día siguiente del paso del huracán María.

John Davies, principal oficial ejecutivo y presidente de la Fundación advirtió que Puerto Rico tiene que estar preparado para lidiar con los efectos humanos de la devastación durante largo tiempo.  “Nuestra experiencia con Katrina y otros desastres grandes demuestra que, inmediatamente después de la tormenta, la gente se enfoca en recomponer sus vidas.  Más de un 40% comienza a experimentar tristeza o ansiedad un mes o dos después del fenómeno, y muchos no experimentan estos sentimientos sino hasta cuando se cumple el primer aniversario de la tormenta,” dijo Davies. “Esto es un maratón y la gente se tiene que cuidar porque se cansan”.

La Fundación Baton Rouge respondió al huracán Katrina levantando $45 millones alrededor del mundo y utilizando el dinero en dos vertientes. En primera instancia, proveyó recursos a organizaciones sin fines de lucro que ofrecieron comida, albergue y materiales de primera necesidad a los desplazados por el huracán.  En segundo lugar, utilizó otra parte del dinero para reconstruir infraestructura crítica en el sur de Luisiana y desarrollar planificación de largo plazo enfocada en asegurar que la misma resistiera eventos atmosféricos futuros de gran magnitud.

Davies detalló algunas de las lecciones que aprendieron con Katrina:

  • Hay que responder con rapidez
  • Hay que enfocarse en el trabajo que se está haciendo
  • Mantener reuniones diarias con los representantes de las organizaciones que ayudan a las comunidades
  • Hay que seguir recaudando dinero para dar apoyo. Hay que explicar lo que está ocurriendo porque se corre el riesgo de que otro evento acapare la atención de los medios.
  • Hay que abogar porque los puertorriqueños mantengan sus derechos
  • Junto con el gobierno, hay que definir la visión de futuro

En la primera fase de su misión, el Puerto Rico Recovery Fund de CNE ha logrado movilizar en apenas cuatro semanas 23 vuelos de ayuda humanitaria hacia la isla y ha distribuido casi 900,000 libras de alimentos, agua y artículos de primera necesidad en 234 comunidades de 44 municipios afectados por el huracán. El esfuerzo ha aunado 29 organizaciones sin fines de lucro y 4 entidades comerciales de la isla, así como 9 organizaciones y corporaciones en Estados Unidos.

El fondo de CNE impulsará además esfuerzos de abogacía en San Juan y Washington para asegurar el mayor apoyo posible del gobierno federal en la reconstrucción de la isla y la coordinación más eficiente de recursos.  También desarrollará iniciativas de planificación económica de mediano y largo plazo a través de la Comisión de Crecimiento para Puerto Rico del CNE.

El Centro para una Nueva Economía (CNE) es un think-tank” independiente y no partidista.  Fundado en el 1998, produce investigación y análisis sobre política pública.  Desde el 2014, el CNE ha sido reconocido por el Global Think Tank Report de la Universidad de Pennsylvania como uno de los “Top Think-Tanks to Watch” o principales “think-tanks” a seguir.

A través de sus oficinas en Washington DC y San Juan el CNE está desarrollando un conjunto de iniciativas enfocadas en ayudar a Puerto Rico restablecer una ruta hacia el desarrollo económico.  La Comisión de Crecimiento para Puerto Rico del CNE ha reunido un conjunto de expertos de alto calibre en desarrollo económico, negocios, y finanzas, y actualmente está trabajando en opciones de política pública conducentes a reactivar la economía de Puerto Rico.