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Por Luisa García Pelatti

DETROIT (Michigan) – La creación de una Junta de Control Fiscal tras la aprobación por parte del Congreso de Estados Unidos de la Ley de Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (PROMESA, por sus siglas en inglés) genera mucha incertidumbre, tanto en los que se oponen a ella como entre los que la apoyan. Nunca antes nos habíamos encontrado en una situación como ésta. 

En Estados Unidos, los tres casos más conocidos de quiebra son los de Nueva York, Washington y Detroit. La quiebra de esta última ciudad es la más reciente y quizás hay algunas cosas que podemos aprender de cómo se hicieron las cosas aquí. Qué funcionó y que no. Cuáles fueron sus errores y sus aciertos.

Con ese objetivo SIN COMILLAS ha sido invitada a asistir al “Puerto Rico Debt Crisis Convening: Detroit Learning Exchange”, organizado por Espacios Abiertos y Open Places Initiative, una nueva iniciativa de Open Society Foundations, y que tendrá lugar durante el martes y el miércoles.

“La bancarrota de Detroit ha sido un ejemplo único y extremo en la historia de Estados Unidos”, señaló en una entrevista el año pasado Kevyn Orr, que fue el “emergency manager” de Detroit. Actualmente, Orr es socio de la oficina de Jones Day en Washington DC, que se especializa en especializado en reestructuraciones de empresas.

Por qué Detroit llegó a a quiebra, cómo salió de ella y cómo lo medios de comunicación lo “contaron” serán algunas de las preguntas a las que se tratará de dar respuesta.

Detroit se declaró en quiebra en el 2013, con una deuda de más de $18,000 millones. La junta de control fiscal estuvo durante 20 meses, hasta diciembre de 2014.

La que llegó a ser la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos lleva décadas perdiendo población. De los casi dos millones de habitantes que tenía en los años 50 pasó a 677,116 según el estimado del Censo para 2015. Alrededor de 40,000 edificios se quedaron abandonados y solares vacíos; 39.8% de los habitantes se ubica por debajo de la línea de pobreza y en 2012 fue clasificada como la ciudad más peligrosa en los Estados Unidos, con 2,137 asesinatos, asaltos o robos por cada 100,000 habitantes. La tasa de desempleo, que llegó al 28% en el 2009, bajó a 10.2% en el 2015, pero aún así duplica la tasa de desempleo promedio en Estados Unidos (4.9%).

Estos días tendremos la oportunidad de conocer cómo diferentes grupo de la sociedad civil se relacionaron con la Junta de Detroit. Mientras tanto, lo que está claro que algunas cosas no han cambiado mucho. Si en el 2013 el 40% del alumbrado público no funcionaba, hoy Detroit sigue siendo una ciudad muy oscura.