Abrir la economía es la decisión correcta

No se están haciendo suficientes pruebas

Por Luisa García Pelatti

Los casos positivos disminuyeron 45% en los primeros días de septiembre cuando se comparan con las altas cifras de contagios del mes de agosto. Esta caída de casos positivos puede haber sido uno de los factores que contribuyó a la decisión de la Gobernadora de reabrir nuevamente la actividad económica, explican el doctor Ibrahim Pérez y la demógrafa Judith Rodríguez en su más reciente análisis de la situación actual del COVID-19 al que ha tenido acceso SIN COMILLAS.

“Sin embargo, los COVID positivos todavía mantienen un alto nivel de sobre mil casos semanales (1,106- 1,293 casos), lo cual indica que persiste una transmisión comunitaria sostenida en el país que tenemos que aplanar y mantener aplanada, como hicimos durante los primeros meses de la pandemia”, señalan.

Con los casos positivos relativamente estacionarios y las hospitalizaciones por debajo de las 400, se muestran sorprendidos de que no se haya producido una reducción una caída en el número de fallecidos, que se mantiene en 6.5 al día, muy similar a las 6.6 muertes del mes de agosto. Los expertos no tienen una explicación para que el número de fallecidos no se haya reducido. El  promedio diario de muertes era de 3.3 en julio y de 0.6 en junio.

La orden ejecutiva del 10 de septiembre, que estará vigente hasta el 2 de octubre, aumenta el aforo en comercios e iglesias y reabre las playas. Se considera una segunda apertura. La primera ocurrió a mediados de junio. “Está por verse, si la misma conducirá a iguales resultados que la primera, o si el gobierno y nuestros conciudadanos nos sorprenderán con mejores resultados”, señalan Pérez y Rodríguez.

“Abrir nuestra actividad económica nuevamente es la decisión correcta. Hemos dicho repetidamente que no podemos seguir dependiendo del encierro y de las restricciones como únicas soluciones para detener la pandemia. Que tenemos que aprender a convivir con el COVID-19, poder movernos libremente sin contagiar, ni contagiarnos. Aunque tengamos que exigir más disciplina ciudadana individual y colectiva, uno de los dos pilares para detener la propagación”, apunta el informe.

Con esta apertura, Pérez y Rodríguez dicen que el Gobierno no debe “lavarse las manos” y traspasar su responsabilidad a la ciudadanía. El Gobierno debe asegurar la disponibilidad de pruebas “para todos los que las requieran, y no solamente para los sintomáticos”. Pero desconfían  y dicen que el Gobierno “no está, ni estará debidamente preparado”. No ha dado muestras de que se pueda confiar en que esta vez lo hará  bien.

Denuncia que no se están haciendo suficientes pruebas: 1,019 pruebas diarias entre el 5 y el 11 de septiembre, cuando lo ideal es hacer 4,800 pruebas diarias.