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Por redacción de Sin Comillas

En su último Mensaje de Estado, el gobernador Alejandro García Padilla presentó un mensaje, que calificó de “directo, franco y claro”, con referencias frecuentes a la falta de apoyo de los legisladores de su propio partido, y en el que invitó a la unión para lograr el fin de la crisis de deuda.

Tras mencionar los logros de su mandato: mejoras en las estadísticas del mercado laboral, la reestructuración de la Autoridad de Energía Eléctrica, la aprobación del Plan de Uso de Terrenos y la llegada de Lufthansa, entre otros; y pedir a la Legislatura que apruebe, con prontitud, el proyecto para reestructurar las finanzas de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados; habló de sus frustraciones. Se mostró decepcionado por “la traición, el populismo, la falta de palabra y de carácter”.

Una de esas frustraciones es no haber podido eliminar los impuestos sobre ingresos y sustituirlos por un impuesto al consumo.  “Hace un año se debatía el proyecto que nos colocaría a la par con más de 160 países en el mundo y por el cual el 80% de los puertorriqueños no pagaría impuestos sobre ingresos. Hoy nuestra gente paga sus impuestos sobre ingresos, más el impuesto al consumo. Eso es malo para todo el mundo. Como gobernador, reclamo de esta Asamblea Legislativa que corrija ese error”, puntualizó el mandatario.

Pero el llamado a la unidad no lo va a encontrar ni en su partido, y menos en lo que tiene que ver con la aprobación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Tras el mensaje, David Bernier, candidato a la gobernación por el Partido Popular Democrático, comentó “aunque coincido con la descripción que se hace del estado de situación fiscal del país, las razones que lo provocaron y la necesidad de hacer causa común para resolverlo, discrepo rotundamente de la invitación que hace el Gobernador para revivir asuntos altamente divisorios en el país, especialmente en un momento donde estoy convencido el país necesita unidad y consenso.”

Mencionó que algunos de los avances alcanzados podrían estar en riesgo si no se logra una solución que permita una reestructuración ordenada de las deudas del Gobierno. “Algunos políticos y sectores de Wall Street utilizan el atraso de los estados financieros para seguir negando una crisis fiscal que es evidente. Unos porque están acostumbrados a que les mientan, otros porque les gusta mentir. Puedo entender la gula de un sector de Wall Street, porque sus intereses son distintos. Lo que no puedo entender, es que políticos puertorriqueños se unan a Wall Street contra Puerto Rico” y advirtió que “no podemos jugar a la política con un tema tan serio”.

“Estemos claros. Si el Congreso no actúa, a partir de mayo se vencen préstamos que hicieron otros gobiernos sin procurar ingresos suficientes para pagarlos. No hay dinero para hacer esos pagos. Tendría que dejar de pagarle a los policías, o a los maestros, o a los bomberos, o a los enfermeros del Centro Médico. En esa encrucijada, voy a escoger pagarle a los de aquí. Anticipo que nos van a demandar y que serán distintos tribunales, en y fuera de Puerto Rico, en litigios simultáneos los que pretenderán decidir quien cobra primero. A eso es a lo que nos exponen los que se oponen a que reestructuremos nuestra deuda”, señaló. A los que se oponen a la reestructuración los calificó de traidores; “el juicio de la historia los condenará por alta traición. Por haber estado a la venta, dispuestos a crucificar el bienestar de su gente a cambio de treinta monedas de plata en un ‘fundraiser’ para sus campañas”.

De otra parte, aprovechó el momento para hacer un llamado de unión de voces y voluntades para reclamar en Washington acción inmediata para atender la situación  del país. “Ante la crisis Puerto Rico tiene que unirse en una sola voz. Ante el Congreso, y ante nuestros acreedores no podemos estar divididos. El esfuerzo que emprendimos el año pasado y que en diciembre nos ganó un compromiso de parte del Presidente de la Cámara federal ahora exige mayor intensidad. Exige unidad a favor del propósito de Puerto Rico”, apuntó.

Explicó que su administración heredó un deficit presupuestario de $2,250 millones, un nivel de endeudamiento sin precedentes y un Banco Gubernamental de Fomento (BGF) descapitalizado. “Creíamos que nos habían dejado el peor escenario imaginable, pero la realidad fue más rica que la imaginación, el mal de fondo era peor. Nos enrollamos las mangas, nos pusimos las botas de trabajo y le metimos pecho al problema. Opté por la ruta difícil. La de decir la verdad, la de enfrentar la verdad”, dijo García Padilla.

El gobernador afirmó que como parte de ese trabajo se ha reducido el gasto público en un 22% cuando se compara con el 2012, lo que representa $423 millones menos en los gastos ordinarios de todo el gobierno. También, señaló la reducción de $365 millones en nómina y $77 millones en gastos por concepto de servicios profesionales.

Por otro lado, el gobernador hizo referencia a la revitalización de AEE, a la aprobación del Plan de Uso de Terrenos y lograr convertir a Puerto Rico en la sede de la industria de mantenimiento, reparaciones y acondicionamiento con la llegada de empresas como Lufthansa.

“También revitalizamos el turismo. Es la primera industria que logramos sacar de la recesión con el aumento en la industria de cruceros que representa un impacto económico de $240 millones y en el aeropuerto nunca habíamos tenido tantos vuelos a Europa y América Latina como ahora”, reseñó García Padilla.

Por otro lado, destacó la reducción de asesinatos; la transformación educativa; y avances en materia de derechos civiles, como la prohibición de discriminación en el empleo por preferencia o identidad sexual y la Ley Contra la Violencia Domestica. De igual forma, celebró la utilización, a partir de este año, del cannabis medicinal para aliviar condiciones y enfermedades crónicas.

Lea el mensaje completo: Mensaje sobre la Situacion de Estado del País – 2016